La industria negocia un plan contra el fuerte alza de la electricidad
El multimillonario Lakshmi Mittal, presidente del grupo siderúrgico ArcelorMittal, ha trasladado personalmente al ministro de Industria, Miguel Sebastián, su gran preocupación por la desaparición de la tarifa industrial, que ha supuesto una subida media del precio del 70% en un mes. La gran industria negocia desde hoy con el ministerio un plan de acción para paliar estos efectos.
La desaparición de la tarifa eléctrica industrial el pasado 1 de julio se ha dejado notar con rapidez en las empresas con consumos intensivos en electricidad. Prácticamente todas las afectadas por la orden ministerial que eliminó dicha tarifa se han visto obligadas a acudir al mercado mayorista (pool) para comprar la energía, o como comercializadoras o mediante contratos bilaterales, lo que les ha supuesto un incremento medio del precio del 70%, según una encuesta realizada por AEGE, la asociación que agrupa a unas 35 compañías de sectores como el cemento, la siderurgia, el papel o la química.
El temor a este fuerte repunte ya había sido trasladado hace un par de meses por el presidente del grupo siderúrgico ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, al ministro de Industria, Miguel Sebastián. Según fuentes próximas al ministerio y las empresas, el multimillonario de origen indio, cuyo grupo está presente en España, expresó a través de una llamada telefónica a Sebastián su preocupación, tanto por la desaparición de la tarifa industrial del 1 de julio (a la que estaban acogidas algunas de las plantas del grupo), como la de la llamada G4, prevista el 1 de enero. Esta última es la que disfrutan cinco instalaciones de Arcelor, Asturiana de Zinc y Alcoa, entre ellas, la acería de Bilbao del grupo siderúrgico.
También algún empresario español, como el presidente del grupo catalán Celsa, Francisco Rubiralta, remitió al titular de Industria una copia de la carta que había enviado a las eléctricas, que aplican el precio del pool a la industria, que es el que también pagan las empresas agrupadas en la central de compras Fortia.
A la vista del fuerte repunte del precio, las empresas agrupadas en AEGE han propuesto al ministerio un plan de acción para mantener la competitividad de la industria, tras el paso de la tarifa al mercado eléctrico, que comenzarán a negociar hoy mismo con el equipo del ministro. Según la encuesta, que ha sido contestada por el 76% de los asociados de AEGE, el precio medio que han pagado en julio ha sido de 67,16 euros MWh, frente a los 39,4 euros MWh anteriores, lo que se traduce en una subida del 70%. El coste de la energía subió el 50%, la compensación por gestión de la demanda bajó más del 36% y los impuestos e incrementaron por encima del 175%,
Con la premisa de que "la industria no quiere subvenciones ni volver a la tarifa", según fuentes empresariales, el objetivo es lograr precios competitivos, con contratos a muy largo plazo basados en el coste real de la generación, pero no en el precio del mercado marginal como es el pool.
En este sentido, AEGE se apoya en el reciente informe de la CNE sobre los costes de generación en España, donde denuncia los llamados beneficios llovidos del cielo de tecnologías que, como la nuclear y el agua, tienen costes variables reducidos, cobran el precio de las tecnologías más caras, como el carbón y el gas.
Las empresas exigen una solución para evitar, tal como aseguraba el jueves pasado en Bilbao Gonzalo Urquijo, director general de ArcelorMittal, que afecte a las cuentas de explotación de las empresas y para que éstas puedan tomar sus decisiones de inversión.
Las empresas están dispuestas a asumir precios de compra entre 35 euros y 50 euros MWh, y piden que las eléctricas firmen contratos de, al menos, cinco años, con fórmulas de precios basadas en el mix de generación español. Asimismo, solicitan una reducción de los costes que gravan el precio de compra, a cambio de un compromiso para apoyar al control de tensiones y aprovechamiento de las líneas.
Otra petición relevante es el desarrollo normativo del concepto de interrumpibilidad (cortes de fluido a la industria en picos de demanda a cambio de una compensación) con carácter previo, medioambiental para empresas que puedan ceder hasta lamitad de su potencia demandada. También una rebaja fiscal, reajustando la base impositiva.
Negociación cruzada con las eléctricas
En el plan de acción para mantener la competitividad de la industria subyace una petición al ministro Miguel Sebastián para que intermedie ante las empresas eléctricas. De hecho, en las conversaciones que el ministerio mantuvo durante un tiempo sobre cómo acabar con el déficit de tarifa, que este año superará los 14.000 millones, aquél pidió a las eléctricas un buen trato a las empresas industriales a la hora de firmar los contratos de suministros tras el fin de su tarifa.A cambio, las eléctricas, que temen que el ministerio aplique algunas de las medidas propuestas por la CNE para el recorte del déficit tarifario (como la liquidación de los CTC), pidieron sus propias compensaciones. Por ejemplo, que Industria elimine parte de la minoración de los derechos de CO2.En cualquier caso, las conversaciones con las eléctricas se interrumpieron y a las empresas industriales les está costando encontrar interlocución en el ministerio.