Zapatero firma el martes con sindicatos y empresarios la 'hoja de ruta' del diálogo social
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, firmará el próximo martes con los líderes de CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme, José María Fidalgo, Cándido Méndez, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, la 'hoja de ruta' del diálogo social, un documento en el que identificarán todos aquellos temas que serán objeto de negociación en esta legislatura.
El acto se celebrará en el Palacio de La Moncloa, el mismo escenario donde el pasado 18 de junio se reunieron Zapatero y los dirigentes sindicales y empresariales para dar inicio formal al proceso de diálogo social.
Tras este encuentro, al que asistieron también varios ministros, entre ellos el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y el de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, las partes comunicaron su compromiso de acordar antes del 31 de julio un documento conjunto sobre los objetivos y temas que se analizarán en las distintas mesas de negociación.
Con esta 'hoja de ruta' en la mano, Gobierno, sindicatos y empresarios se pondrán a negociar en septiembre, a la vuelta de las vacaciones de verano, con un objetivo común en mente: colaborar lo máximo posible para que la crisis económica pueda superarse cuanto antes.
De momento, los datos no acompañan. El Ejecutivo ha vuelto a rebajar sus previsiones de crecimiento del PIB (1,6% para 2008 y 1% para 2009), y la tasa de paro, según la última Encuesta de Población Activa (EPA), ya alcanza el 10,4%, su nivel más alto desde finales de 2004.
El rápido repunte del desempleo ha llevado también al Ejecutivo a elevar sus estimaciones sobre el paro. La tasa de desempleo se situará este año en el 10,4% y escalará hasta el 12,5% en 2009. Y mientras el paro prosigue su tendencia alcista, la creación de puestos de trabajo continuará perdiendo fuerza, de forma que este año el empleo crecerá un 0,2% y en 2009 entrará en tasas negativas (-0,5%).
Reformar el INEM
Aunque no se han desvelado todos los contenidos que incluirá el diálogo social en esta legislatura, el Ejecutivo ha ido dando algunas 'pistas' sobre lo que considera que son temas prioritarios para la negociación.
En primer lugar, la reforma de los servicios públicos de empleo, el antiguo Inem, asunto pendiente de la última reforma laboral que se ha hecho más necesario que nunca ante la escalada del paro y el aumento de los perceptores de prestaciones por desempleo, que ha elevado la carga de trabajo en las oficinas del Inem y ha obligado al Ministerio de Trabajo a dotarlas de más personal (hasta septiembre se incorporarán 1.415 funcionarios, 866 de manera inmediata).
El objetivo de esta reforma será el de modernizar los servicios de empleo, adaptándolo a las nuevas realidades y necesidades y consiguiendo que sean de mayor utilidad a los desempleados, pues su labor de intermediación en el mercado laboral es escasa.
Otra de las grandes reformas que Zapatero quiere pactar con los agentes sociales es la de la formación profesional. El Ejecutivo pretende una mejor coordinación entre la formación profesional del sistema educativo y la formación profesional para el empleo, y defiende cambios ¢estructurales¢ que ayuden a mejorar y desarrollar las competencias profesionales de los trabajadores, a incorporar la cultura digital y el uso de Internet y de las nuevas tecnologías, y a reforzar la orientación profesional.
Negativa a los recortes sociales
Los sindicatos también apuestan por discutir sobre estas materias y su principal objetivo es el de evitar que los trabajadores 'paguen el pato' de la crisis económica, perdiendo protección y derechos sociales. El propio Zapatero ha garantizado en varias ocasiones que eso no va a suceder y ha insistido en la confianza que le merece el diálogo social.
Los empresarios, por su parte, no ocultan su preocupación por la crisis económica y sus efectos sobre las empresas, especialmente las pymes, muchas de las cuales están desapareciendo por el ajuste de la construcción o por el 'efecto arrastre' que este sector tiene sobre otras actividades económicas.
El Gobierno no quiere tomar medidas si no se basan en el consenso con los agentes sociales, pero algunas voces, entre ellas la de CiU, le han pedido que no se quede de brazos cruzados si finalmente no hay acuerdo. Otros partidos, como IU, apuestan por un diálogo social orientado al corto plazo, que combata los efectos de la crisis, y no tan prolongado en el tiempo como el de la anterior legislatura.
Antes de la firma del documento para el diálogo social, los sindicatos procederán a aprobarlo en sus respectivos órganos directivos. Según informaron a Europa Press en fuentes de ambas centrales, CC.OO. reunirá a su Comisión Ejecutiva mañana y UGT lo hará el martes, antes del encuentro con Zapatero en La Moncloa.