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Directivos

Baile de consejeros en las inmobiliarias cotizadas

Las empresas del ladrillo han reestructurado sus consejos en poco más de un año de forma inédita en el mercado español.

En pocas ocasiones la Bolsa española ha vivido tantos cambios en los consejos de administración de compañías cotizadas de un mismo sector como los sucedidos en la industria inmobiliaria. Prácticamente todas las grandes empresas del ladrillo cotizadas han modificado los miembros del consejo en el último año.

Las millonarias adquisiciones efectuadas por las inmobiliarias españolas en 2006 (Martinsa compró Fadesa por 4.045 millones; Reyal lanzó una opa sobre Urbis por 3.317 millones; San José se hizo con Parquesol por 917 millones; Colonial compró Riofisa y el 15% de FCC por 3.534 millones en total) unido ahora a la crisis financiera y al estancamiento de la venta de viviendas ha provocado cambios accionariales y con ellos sustituciones de unos consejeros por otros. Esos factores conducen también a que la mayoría de estas empresas acumule una elevada deuda (la suma de la de Colonial, Metrovacesa, Martinsa Fadesa, Reyal, Realia, Parquesol y Renta Corporación es superior a los 30.000 millones de euros).

El primer cambio reseñable fue el comunicado en mayo de 2007 por Afirma, cuando entonces se denominaba Astroc. La compañía fichó a Juan Antonio Alcaraz, proveniente de Banco Sabadell, para nombrarle consejero delegado y tratar así de hacer olvidar la figura de su fundador, Enrique Bañuelos. Pero Alcaraz renunció a su puesto en noviembre del mismo año al fichar por La Caixa. Desde entonces el grupo Rayet ha asumido el control de la empresa y la mayoría del capital, cambiando el consejo de administración de la compañía.

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Durante ese año también cambió totalmente el consejo de administración de Metrovacesa. La lucha vivida entre sus principales accionistas en 2006 derivó en un acuerdo de reparto de la compañía entre su actual propietario, la familia Sanahuja, y el ex presidente, Joaquín Rivero, a principios de 2007. Desde entonces han ido saliendo y entrando nuevos consejeros ocupando el cargo de consejero delegado Jesús García de Ponga, al que fichó la familia Sanahuja en 2006 para llevar a cabo el asalto sobre Metrovacesa. El último en salir del consejo fue José Manuel Lara, presidente del grupo Planeta, a finales del pasado mes de junio.

La última semana de 2007 trajo consigo una estampida en Colonial. El presidente de la inmobiliaria, Luis Portillo, abandonaba su cargo mientras buscaba una salida para el más del 40% del capital que controlaba en la empresa. Tras negociar la venta de Colonial a General Electric y a un fondo soberano árabe, fueron un grupo de bancos, liderados por La Caixa y Banco Popular quienes tomaron el control de Colonial (tienen cerca del 24% del capital) modificando también el consejo de administración de la inmobiliaria. El último cambio comunicado fue el del viernes de la semana pasada, la salida de Mariano Miguel, hombre de confianza de Luis Portillo, de su puesto como consejero delegado. Le sustituye Pedro Viñolas, que hasta ahora ocupaba el puesto de director general del grupo financiero Riva y García.

Anna Birulés, ministra de Ciencia y Tecnología con el último Gobierno de José María Aznar, que se incorporó a la inmobiliaria Renta Corporación en 2004, y César Bardají, que accedió a su puesto en la compañía en enero del año pasado procedente de Winterthur España, donde ocupó el cargo de presidente y consejero delegado, comunicaron el abandono de la compañía la pasada semana. Desde la empresa se asegura que es una medida en consonancia con la situación del sector y que facilita el ahorro de costes.

La salida más sonada de un consejo de administración ha sido la de Carlos Vela. El ex consejero delegado de Martinsa Fadesa anunció su marcha de la empresa pocos días antes de que esta comunicara su entrada en concurso, la mayor suspensión de pagos de la historia en España. Vela provenía de Caja Madrid, entidad que había prestado a Martinsa Fadesa 1.000 millones de euros, y a ella se disponía a regresar para hacerse cargo de la dirección de Cibeles, la empresa encargada de dirigir la corporación empresarial de Caja Madrid.

Vela ha estado poco más de un año en Martinsa Fadesa y ante los rumores que lo señalaban como responsable de haber entregado a Martinsa Fadesa créditos inmobiliarios cuando todavía estaba en Caja Madrid, el viernes anunció su decisión de rechazar el cargo de consejero delegado en Cibeles.

Consejeros delegados con perfil financiero

No es ninguna casualidad que numerosas inmobiliarias cotizadas españolas hayan designado a ejecutivos provenientes de la banca como consejeros delegados. La dependencia que las empresas del sector tienen de la banca lleva a estas a seleccionar a ejecutivos con contactos y conocimientos extensos en el mercado financiero. Ha sido muy sonada la entrada y, sobretodo, la salida de Carlos Vela como consejero delegado de Martinsa Fadesa, al provenir de Caja Madrid, entidad que hizo préstamos millonarios a la compañía de Fernando Martín, en la que estuvo poco más de un año.Juan Antonio Alcaraz provenía de Banco Sabadell cuando accedió al puesto de consejero delegado de Astroc, ahora denominada Afirma, pocos meses después de que el mismo banco accediera a la venta a la compañía fundada por Enrique Bañuelos de la inmobiliaria que controlaba, Landscape, por cerca de 1.000 millones de euros. Mariano Miguel, consejero delegado de Colonial, provenía también del sector financiero y su sustituto, Pedro Viñolas, era hasta ahora director general de Riva y García. En Reyal Urbis, una de las pocas inmobiliarias que no ha tocado su consejo en los últimos meses, los puestos de consejeros externos independientes los ocupan Emilio Novela, vicepresidente de Banif y miembro del consejo de varias entidades financieras; José María Álvarez del Manzano, ex alcalde de Madrid y Carlos de Borbón dos Sicilias, consejero en empresas de distintos sectores.

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