Las constructoras hacen caja con la prevención de incendios
Cespa, filial de Ferrovial, trabajará dos años sobre 18.000 hectáreas arrasadas en Tenerife en 2007
Un incendio que arrasa 500 hectáreas de monte es de los que se clasifica entre los sucesos de grandes dimensiones. En base a esta escala, el que sufrió el año pasado el Parque Natural de Corona Forestal, en Tenerife, fue superlativo: ardieron 18.000 hectáreas de un bosque que lentamente recupera el color verde. Y es que el pino canario, especie dominante en esa zona, se autorregenera por su condición de árbol pirófito: 'Aguantan el paso de las llamas e incluso rebrotan con más fuerza', explica el ingeniero de Montes José Luis Rodríguez Gamo. 'Al fin y al cabo, son especies adaptadas a un terreno de origen volcánico', salda el experto.
En nómina del grupo de construcción y servicios Ferrovial, Rodríguez Gamo fue contratado por el Ministerio de Medio Ambiente, junto a su equipo de la filial Cespa, para recuperar Corona Forestal. Los trabajos, en los que participarán hasta 600 personas en los picos de máxima actividad, comenzaron poco antes del verano y se prolongarán hasta finales de 2009.
El contrato asciende a 5,1 millones y ha sido uno de los mayores firmados en los últimos años en el sector forestal. Los pinos quedaron achicharrados, pero vista la fortaleza de esta especie, Cespa se está centrando más en prevenir futuros incendios que en la propia reforestación. 'Elegimos los árboles que tienen menos posibilidades de salir adelante y los eliminamos. Al final resulta positivo reducir la densidad arbórea', explica Rodríguez Gamo. Así, se pasará de unos 2.000 árboles por hectárea a no más de 400.
El plan incluye acabar con el brezo, que es como gasolina para las llamas, y fomentar la faya, arbusto que hace de muro de contención y también está presente en el parque.
Pero al margen de estas tareas -cirugía forestal, según los empleados de Cespa-, Ferrovial Agromán, otra filial del grupo que controla la familia Del Pino, facturará otros 3,8 millones de euros en este parque canario. Por delante tiene el reto de poner a punto 450 kilómetros de caminos forestales y habilitar más de 50 diques para minimizar la erosión del agua mientras se recupera la capa vegetal. Aunque los encargos de esta magnitud no abundan, el interés de Ferrovial por los tratamientos selvícolas tiene respuesta en otras grandes constructoras.
La reforestación y prevención de incendios mueve en torno a 1.500 millones de inversión anual por parte de las Administraciones. Junto a Cespa compiten Sufi (de Sacyr Vallehermoso), Acciona Medio Ambiente o Thaler (del Grupo ACS) y todas ellas encuentran en el gigante de capital público Tragsa, participada por la SEPI y las comunidades autónomas de Madrid, Castilla-La Mancha, Cantabria y Navarra, el rival a batir.
Según la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo), España se gasta 10,16 euros por hectárea y año (el país tiene 27,6 millones de hectáreas de superficie forestal) en prevención y extinción de incendios. Desde el sector, que da empleo a 60.000 personas, se insiste en que no quieren estar al acecho de los grandes incendios de cada verano para disputarse las reforestaciones. Dicen que su negocio se basa en un fundamento distinto: los incendios se evitan trabajando en invierno.