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Ferrocarril

Los problemas financieros de Argentina retrasan el inicio del 'tren bala' de Isolux

Una de las obras más emblemáticas en la cartera de proyectos de la constructora española Isolux Corsán está a la espera de que llegue la financiación. El Gobierno de Argentina ha retrasado hasta el final del verano una emisión de bonos, por 670 millones de dólares, planteada para arrancar el primer tren de alta velocidad en Suramérica.

Las dificultades en los mercados financieros han llevado al Ejecutivo argentino que lidera Cristina Fernández a enfriar hasta el último trimestre del año una de las actuaciones más emblemáticas del país en materia de infraestructuras. Las obras del tren bala entre Buenos Aires y Córdoba, que es como se conoce al primer proyecto de alta velocidad ferroviaria en Suramérica, no comenzará hasta que el Gobierno ponga el dinero sobre la mesa. Y eso no sucederá, al menos, hasta finales de septiembre.

El ministerio de Economía preveía una emisión de bonos para acometer una obra que fue adjudicada el pasado mes de enero al consorcio Veloxia, en el que figura la española Isolux Corsán junto a la francesa Alstom y las constructoras locales Iecsa y Emepa.

El proyecto, valorado en más de 1.000 millones de euros, cuenta con la financiación del banco galo Natixis -que sustituyó a Société Générale cuando este reconoció problemas de liquidez- a través de un crédito a 30 años respaldado con emisiones de deuda a cargo del Gobierno argentino. La primera iba a ser inminente, por 670 millones de dólares (423 millones de euros), pero el Ejecutivo reconoce que la aplaza hasta después del verano.

Distintas fuentes apuntan a una subida en la prima de riesgo de la deuda argentina, medida por los títulos de seguros contra un eventual cese de pagos del país, por encima del 8% aceptado por la citada Natixis, según informa Efe.

A esta situación se suma el encarecimiento del crédito, del 10% al 16%, desde que el proyecto del tren bala fuera entregado a Veloxia. Conocedores de la operación comentan que el Gobierno de Cristina Fernández estaría contemporizando, expectante ante la evolución del dólar frente al euro y del precio del petróleo por si esos ratios caen en el corto plazo.

Mensaje tranquilizador

Un portavoz de Isolux sostiene que la constructora gallega está segura de que las obras saldrán adelante en breve. Su interpretación sobre los problemas en la búsqueda de financiación es tranquilizadora: 'El Gobierno sólo ha hablado de un retraso de semanas en la emisión de bonos que no debe afectar al desarrollo de la línea'. De hecho, Isolux Corsán, que se encarga de las obras de la infraestructura y de la instalación eléctrica, ha comenzado ya los trámites técnicos.

Eso sí, el contrato supedita la puesta en marcha de otras actuaciones a la obtención de capital por parte de la Administración. Hasta entonces no se colocará ni una sola traviesa ni empezará a correr el plazo de 48 a 50 meses de ejecución.

La previsión de la Casa Rosada pasa por lanzar bonos por unos 2.000 millones de dólares en distintos tramos. Esa emisión de deuda fue autorizada en abril por el Ministerio de Economía con el fin de cubrir las necesidades de construcción y la adquisición de los trenes.

Una línea para recuperar medio siglo de retraso

El 'tren bala' de Buenos Aires a Córdoba, pasando por la ciudad de Rosario, se enmarca en el plan de Argentina de modernizar unas infraestructuras ferroviarias que llevan medio siglo de práctico abandono, tras ser consideradas las más avanzadas de Suramérica.La anterior Administración de Néstor Kirchner proyectó los 710 kilómetros de esta línea, sobre la que los trenes de Alstom alcanzarán los 300 kilómetros por hora. La previsión de empleo es de 5.000 puestos de trabajo directos y 20.000 indirectos. Isolux, la citada Alstom y las firmas locales que integran Veloxia, accedieron a este contrato llave en mano. A su término, Argentina buscará una empresa concesionaria para la línea.Además, el país andino tiene intención de promover otras dos grandes actuaciones en el campo ferroviario: las líneas de alta velocidad entre Buenos Aires y Mar del Plata (400 kilómetros) y la que enlazará la capital con la ciudad de Mendoza (1.000 kilómetros). El mercado financiero tiene la última palabra.

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