Tres blancos, tres estilos

Vinos de Valencia, Rueda y Rioja para tomar frescos en verano

Cuando sube el termómetro y las comidas se hacen más ligeras, se vuelven los reyes de la bodega. Su refrescante acidez, sus aromas y sabores frutales encajan a la perfección con ensaladas (aunque hay que tener cuidado con los vinagres, que suprimen todos los sabores de la uva), sopas frías, arroces y pastas, pescados e incluso carnes blancas si los vinos han pasado por madera. Conviene tomarlos fríos, pero sin pasarse. Una temperatura muy baja anula por completo sus aromas.

España es tierra de tintos, pero también se hacen buenos blancos. Fáciles de beber o con una mayor complejidad, con variedades completamente diferentes, cada una con su personalidad, y provenientes de zonas muy distintas, hay muchas opciones donde elegir. He aquí tres ejemplos de vinos bien hechos, apetecibles, para todos los gustos y a excelente relación calidad-precio:

¦bull; Alba de Murviedro. Bodegas Murviedro. DO Valencia, 60% sauvignon blanc, 40% muscat, 7 euros. La bodega habla de él como de un vino pensado para mujeres, una aseveración cuestionable. No lo es el hecho de se trate de un blanco de nariz muy aromática, floral, y con una boca muy fresca, frutal, ligera, y claramente varietal. Amable, muy fácil de beber.

¦bull; Allende blanco 2006. Bodegas Allende. DO Rioja, 70% viura, 30% malvasía. 15 meses en barrica francesa. 16 euros. Un blanco excelente con la firma de Miguel Ángel de Gregorio, un auténtico creador de vinos. De nariz compleja marcada por la fruta blanca y las notas tostadas de su crianza, en boca es cremoso, fresco, con cuerpo y volumen, muy equilibrado. Y con un final largo.

¦bull; Pentio 2007. Bodegas Tera y Castro. DO Rueda, 100% verdejo. 6 euros. Fiel reflejo de lo que da de sí la variedad blanca castellana, base de excelentes blancos. Como éste, de agradable nariz, con buena intensidad, decididamente frutal, y un paladar fresco, sabroso, floral, de fruta, que permanece en un largo posgusto.