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CincoSentidos

Una Agatha Christie con acento francés

Dominique Sylvain aterriza en España con la novela policiaca 'El pasadizo del deseo'

Dominique Sylvain (Thionville, Lorraine, 1957) está considerada como la autora revelación de la novela policiaca francesa. Esta dama del polar, nombre con el que se conoce en Francia el género policiaco, se lanzó a la literatura en 1995 con Baka, novela que inauguraba el ciclo de la detective Louise Morvan. Sylvain había dejado su trabajo como responsable de comunicación interna y mecenazgo en la siderúrgica Usinor para instalarse con su familia en Tokio. Todo allí la inspiraba y empujaba a escribir. Para ella, la literatura era un salto al vacío y se lanzó con el paracaídas de la novela policiaca. Desde entonces, ha publicado once libros que se han traducido al ruso, alemán, japonés, holandés y finlandés, entre otros idiomas, los cuatro últimos protagonizados por la singular pareja Lola Jost e Ingrid Diesel, dos mujeres opuestas y poco convencionales.

Sylvain las presentó al público en El pasadizo del deseo, publicada en España por Suma de Letras. Lola es una antigua comisaria que no rechaza una copa de vino y a la que la muerte de su compañero ha colocado a las puertas de una pacífica jubilación, completando puzles de la Capilla Sixtina; Ingrid es una americana sobria y atlética que se gana la vida como masajista.

Dominique Sylvain comenzó a pensar la novela poco después del 11-S. 'Eran momentos muy inquietantes y quería comenzar una nueva serie de novelas, pero no puramente negra, quería introducir comedia y para ello tiene que haber diálogo. Inmediatamente vino a mi cabeza el personaje de Lola, una mujer gordita con los pies en el suelo, que transmite calma, y el de una mujer americana, porque en aquellos momentos de cierta tensión entre EE UU y Francia, me permitía hablar de diferencias culturales'.

También rompe barreras ideológicas. 'Hay personas capaces de matar por una ideología, pero en el momento en el que se produce un acercamiento personal, incluso entre personas de diferentes ideologías, puede surgir la amistad y el afecto', asegura.

Lola e Ingrid investigarán el dramático crimen de Vanessa, una joven de su barrio, para liberar de sospecha a su amigo Maxime, dueño del restaurante del que son clientas asiduas. Son mujeres capacitadas para resolver situaciones complicadas, pero no es una reivindicación feminista. 'Tengo 50 años y para mí la igualdad entre hombres y mujeres es algo normal'. Son mujeres fuertes, con sus fallos. 'Ingrid a lo mejor resulta un poco torpe y Lola demasiado rígida'.

El nombre de Sylvain se une a la lista de escritoras de novela policiaca, pero de nuevo huye de las distinciones de género. 'No me fijo en el sexo del autor, es verdad que hay muchas mujeres escribiendo novela policiaca, pero lo que hace interesante a un autor no es su sexo ni sus ideas políticas, sino las emociones que pueda expresar. De hecho, dos de sus referentes son Ed McBain o Ian Rankin, hombres que tienen una sensibilidad y una musicalidad especial'.

Ingrid y Lola descansan y Louise Morvan vuelve al trabajo

Ingrid y Lola han vivido hasta ahora cuatro aventuras: El pasadizo del deseo (2004), La fille du samurai (2005), Manta Corridor (2006) y L'Absence de l'ogre (2007). Sylvain ha aprovechado un paréntesis en la serie para recuperar el personaje de Louise Morvan, protagonista de su serie de novela negra. Su editor le comentó que la novela Baka, agotada, se iba a reeditar y le permitió hacer correcciones. Como era su primera novela, Dominique Sylvain sintió que estaba sin terminar, ahora piensa que ha madurado y que podía añadir cosas; al final, la rehizo por completo. 'Louise Morvan ha cambiado, pero todavía tiene mucho que contar', explica.

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