Trabajo controlará las prejubilaciones en sectores en crisis
El Ministerio de Trabajo no va a dar facilidades a las empresas para la jubilación anticipada masiva de trabajadores, aprovechando la actual etapa de parón económico, según advirtió ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado. La estrategia a seguir por el Gobierno será la apuesta por la ocupación de los trabajadores veteranos y no el abandono 'prematuro' del mercado de trabajo.
La solución a corto plazo a los problemas del mercado laboral no es contar con más pensionistas', explicó ayer Octavio Granado en la inauguración del seminario La Seguridad Social en la nueva situación social y económica: Sostenibilidad, Seguridad y Confianza, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El secretario de Estado hizo hincapié en la necesidad de alargar la vida activa media de los trabajadores, cuyo final debe mantenerse en torno a los 65 años, para sostener el sistema de pensiones. En esta dirección, Granado mencionó los incentivos que actualmente existen para empleados de más de 59 años de edad y más de 8 años de antigüedad en la empresa, en virtud de los cuales gozan los empresarios cuentan con una cotización reducida.
'Ningún problema de la economía española se va a solucionar desarreglando a su vez las cuentas de la Seguridad Social', apuntó Granado, que no cree en las prejubilaciones como sistema para mejorar la situación de sectores en plena recesión, como la construcción. 'Los trabajadores de un sector en dificultades deben buscar empleo en otro sector, de tal forma que se acabe con la fragmentación del mercado laboral', comentó, como solución a los problemas surgidos en los últimos meses a raíz del pinchazo inmobiliario.
Granado estimó 'francamente positiva' la evolución de la Seguridad Social, un sistema que consideró 'generoso en prestaciones' y que vive una 'magnífica situación' después de los más de 40.000 millones de euros en superávit acumulados en los últimos cuatro años. Para 2009, prevé que se mantenga el superávit en términos parecidos a los estimados en los Presupuestos de este año. Sin embargo, reconoció que no se debe 'seguir las inercias ni caer en la autocomplacencia', sino que es necesario empezar a hacer reformas 'paulatinas' que afecten a largo plazo a futuros pensionistas.
La bajada del número de afiliaciones y el aumento del paro registrado en los últimos meses, efectos ligados al cambio de ciclo económico, son retos de la Seguridad Social, según admitió Granado. Si no se afrontan con seriedad pueden transformar el 'círculo virtuoso' de los últimos años en un 'círculo perverso'. Prueba de ello es el aumento del gasto de prestaciones por desempleo que está sufriendo el sistema en los últimos meses. Sólo hasta mayo este gasto supera ya los 1.500 millones de euros.
Absentismo laboral
Además de luchar contra la jubilación anticipada, su departamento tratará de controlar a los que abusan de la incapacidad temporal, persiguiendo a aquellos que cometan fraude con un absentismo 'injustificado'. Granado recalcó que, ante la enfermedad laboral, es recomendable cambiar de empleo y no esperar 'a que la enfermedad culmine en invalidez'.
Por otra parte, en la segunda sesión del seminario se produjo ayer un debate entre defensores de dos modelos diferentes del sistema de pensiones. Juan Francisco Jimeno, jefe de Investigación del Banco de España, defendió, a título personal, un sistema 'mixto', de reparto y capitalización. Para mantener la tasa de sustitución (trabajador en activo/pensionista), según Jimeno, la cotización debería multiplicarse por dos y la presión fiscal crecer diez puntos. 'El sistema público no podrá aguantar la tasa de sustitución actual', dijo, recalcando que 'se tendrá que ir a un sistema público y privado'.
Por su parte, Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la Universidad del País Vasco, defendió el pago de las pensiones con ingresos generales del Estado. 'La situación de las pensiones no es tan mala', dijo, ya que utilizando los impuestos para sufragarlas 'sólo' habría que utilizar el 15,7% del PIB en 2050, ante el 8% actual, situación que considera 'sostenible'.
Las ventajas de la capitalización
Juan Francisco Jimeno se mostró a favor de introducir paulatinamente la capitalización en la Seguridad Social, sistema que, a su juicio, permitiría en el futuro que los trabajadores decidieran su fecha de jubilación en función de lo ahorrado.Esta medida evitaría, además, los problemas de contribución en personas que trabajan en diferentes países. También apuntó la conveniencia de la capitalización en una sociedad que aumenta su esperanza de vida. 'Confiar en que la generación que venga detrás pueda mantenernos hasta los 100 años es una lotería', avisó.