Iberia y Lara pactan pactan seguir al menos dos años en la nueva Vueling
Vueling y Clickair formalizaron ayer su matrimonio de conveniencia. Los dueños de Planeta, de Iberia y de Nefinsa, los tres socios de referencia de la futura aerolínea, han pactado permanecer un mínimo de dos años en su accionariado, que mantendrá la marca Vueling. La operación se estructurará mediante una fusión por absorción de Clickair por parte de Vueling, que ampliará capital. La ecuación de canje prevista será una acción de Clickair por una de su competidor.
Vueling y Clickair emprenden una nueva ruta juntos. Las dos compañías de bajo coste con sede en El Prat de Llobregat (Barcelona) dieron el paso decisivo para sellar su unión. La aerolínea de bajo coste, controlada hasta ahora por la familia Lara, e Iberia, el accionista de referencia de Clickair, comunicaron a última tarde a la CNMV 'el contrato marco de integración' entre ambas low cost.
La operación se estructura como una fusión por absorción de Clickair por parte de Vueling, con extinción de la primera y mediante una ampliación de capital, todavía por concretar, en la segunda. La sociedad resultante continuará cotizando en Bolsa.
La marca comercial de la tercera aerolínea del país, que nacerá con un centenar de rutas, será Vueling. La compañía tendrá como socio de referencia a Iberia, con cerca de un 45%, a Inversiones Hemisferio (sociedad inversora de la familia Lara) con un 14%, y a Nefinsa (propietario de un 20% de Clickair), que alcanzará el 10% de la sociedad. Quercus e Iberostar saldrán del capital de Clickair aprovechando la operación. Estos socios han acordado un pacto de permanencia en la sociedad de al menos dos años. Tal y como avanzó el presidente de Vueling, Josep Piqué, 'el acuerdo de fusión se realiza sobre la base de una unión entre iguales respetando la independencia de la sociedad resultante'.
Los accionistas quieren una Vueling independiente de Iberia
La ecuación de canje prevista será, en principio, la que resulte de asignar el mismo valor a ambas compañías y aplicar dicho valor al número de acciones emitidas por cada una de las compañías. El contrato de integración contempla asimismo la elaboración de un plan de financiación de la sociedad resultante.
Los socios de Vueling condicionan la operación a la aprobación por parte de las autoridades de competencia. Las aerolíneas también tendrán que presentar un informe a la Comisión Nacional de Competencia (CNC) con una descripción de la operación y de la aerolínea resultante, para que ésta se pronuncie sobre la existencia o no de una posición dominante en el mercado. El proceso debería durar aproximadamente un año, teniendo en cuenta factores como los derechos de despegue y aterrizaje -slots-, que se negocian cada seis meses. La operación, informó Vueling e Iberia, está sujeta a que ninguna de las partes se vea obligada a lanzar una opa. La nueva Vueling contará con una flota de 45 aviones. La nueva compañía estudiará la rentabilidad de todas las rutas. 'Seguro que se mirará todo con un riguroso criterio de rentabilidad', consideraron.
La cotización de Iberia y Vueling fue suspendida a mediodía de ayer, hecho que se prolongó durante toda la jornada. En el momento de la suspensión, las acciones de Iberia subían el 2,96% y se cambiaban a 1,39 euros, frente a los 1,35 euros que marcaban al cierre del viernes. Por su parte, los de Vueling se cambiaban en el momento de la suspensión a 5,48 euros, un 6,20% más que los 5,16 del viernes.
Una operación fraguada a raíz de una guerra entre accionistas
El nacimiento de la nueva Vueling se produce cuatro años después de que dos empresarios con experiencia en el mundo de la consultoría, Carlos Muñoz y Lázaro Ros, crearán la primera aerolínea de bajo coste con sede en Barcelona.La irrupción de Clickair obliga a Vueling a acelerar sus planes de expansión y su salto al parqué. Dos meses después del lanzamiento de Clickair, Vueling debuta en el mercado a finales de 2006, con un valor por acción de 30 euros. Ahora cotiza a 5,48 euros. El accionista de referencia de Clickair, por el control del 80% de sus derechos políticos, es Iberia.Ambas aerolíneas inician una guerra de precios para ganarse el favor del público en el verano de 2007.La sangría de pérdidas que registra Vueling irrita a su primer accionista, Inversiones Hemisferio, que abandona en septiembre el consejo. Los fundadores, que nombran a una nueva presidenta (Bárbara Cassani) y el dueño de Planeta, José Manuel Lara, luchan por el control de la sociedad. Carlos Muñoz y Lázaro Ros empiezan a hablar abiertamente de fusión con otra aerolínea de bajo coste. Lara gana la batalla y nombra a Josep Piqué presidente de la aerolínea.El nuevo equipo explora la integración con su rival Clickair. Ambas compañías reconocen contactos para crear la tercera aerolínea.Vueling celebra a finales de junio su junta sin el acuerdo de fusión entre los puntos del orden del día. Piqué, muestra su satisfacción por que Iberia se convierta en accionista de referencia y promete que será independiente de la aerolínea de bandera.