Bruselas plantea extender los tipos reducidos del IVA

Los países de la UE que lo deseen podrán aplicar de manera permanente un IVA reducido a una larga lista de bienes y servicios, según la propuesta aprobada ayer por la Comisión Europea. Los sectores más beneficiados podrían ser construcción y farmacia.

Bruselas se rindió ayer ante la imposibilidad de armonizar el impuesto sobre el valor añadido (IVA) y ha decidido, en cambio, ampliar y convertir en permanentes la miríada de excepciones que ahora se aplican en los 27 países de la UE.

'Propongo generalizar la aplicación facultativa de tipos reducidos en aquellos sectores donde se ha demostrado que el riesgo de perturbación del mercado interior es mínimo', señaló el comisario europeo de Fiscalidad, Laszlo Kovacs, nada más aprobarse su proyecto de directiva.

La nueva ley, que para entrar en vigor necesitará el visto bueno de los 27 ministros de Economía y Finanzas de la UE, permitirá a todos los Estados aplicar unas reducciones en el IVA que ahora sólo disfrutan algunos países en función de su tratado de adhesión a la UE.

El cambio más significativo a nivel comunitario afecta al sector de la construcción, donde el IVA reducido estaba reservado hasta ahora para la vivienda de carácter social y para obras de reparación o rehabilitación. Bruselas propone suprimir esas categorías y extender la reducción del IVA a todas las actividades del sector.

Para España, el cambio apenas tendrá impacto porque la construcción y reparación de vivienda ya se beneficia de un IVA del 7%. Aún así, algunos servicios ligados a esa actividad, como la limpieza de cristales y la de hogares (ahora en el 16%) podrían reducirse al 7% si el Gobierno lo considera adecuado.

Pañales y condones

La iniciativa, si consigue el difícil respaldo unánime de los ministros, permitiría a España colmar también la antigua reivindicación de reducir al 7%, desde el 16% actual, el IVA aplicado a pañales y compresas. Los anticonceptivos, incluidos los preservativos, podrían beneficiarse de la misma reducción. El 7% de IVA podría gravar asimismo todo el material destinado a personas con discapacidades, desde un vehículo especial hasta un teclado para escribir en braille. El mismo tipo podrá aplicarse a los asientos de seguridad para niños en los automóviles. En todos esos caso, España aplica ahora el 16%.

El vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, que ayer llegó a Bruselas para asistir a la reunión mensual de los ministros de Economía de la zona euro, señaló que algunas de las propuestas 'no nos parecen mal'.

Francia también lograría su ansiada 'excepción gastronómica', para reducir el IVA en restaurantes y bares. Berlín, sin embargo, ha vetado siempre esa propuesta. Y el gobierno alemán, con el sueco y el danés, siguen siendo los principales obstáculos para que la directiva entre en vigor. A pesar de todo, Kovacs confía en que el carácter voluntario de las reducciones convenza a esos países . Y espera que las rebajas puedan pactarse en 2009 y estar en vigor en 2011.

LIBROS

El proyecto de directiva sobre el IVA equipara todos los formatos de libro a efectos de imposición, lo que permitirá a las obras publicadas en CD o CD-Rom el tipo reducido que se aplica a la versión impresa. Las obras musicales seguirán al 16%.

Peajes de 60 euros por cada 1.000 kilómetros

Los transportistas que reclaman una rebaja de impuestos sobre los carburantes recibirán hoy el mazazo de un proyecto de directiva que aspira a cobrarles el impacto medioambiental y sanitario de su actividad.La nueva ley, que será presentada en Estrasburgo por el comisario europeo de Transportes, Antonio Tajani, permitirá a los países de la UE establecer un sistema de peaje electrónico para todos los camiones de más de 3.500 toneladas.El proyecto introduce una metodología para calcular el coste económico que en términos de polución, ruido y congestión del tráfico causan los camiones a su paso por cada país europeo. Los Estados que ahora financian ese coste con el dinero de sus contribuyentes podrán en el futuro pasar la factura exacta al transportista.Bruselas calcula que los vehículos más modernos podrían pagar entre dos y tres céntimos por kilómetro. Y para los más antiguos, el peaje, sólo por la contaminación, podría elevarse hasta seis céntimos por kilómetro de vía interurbana. Es decir, unos 60 euros por cada 1.000 kilómetros de trayecto.El coste final dependerá también del horario de circulación (más caro por la noche) o de la intensidad de tráfico en la vía elegida (cuanto más concurrida, más cara).La CE considera que este sistema es mucho más justo y eficiente que el actual porque gravará a cada camión en función de su impacto real en la economía e incentivará al sector a acelerar la renovación de la flota. Y Bruselas cree que las nuevas tecnologías permitirán cobrar el peaje sin necesidad de barreras ni controles.