El Eurogrupo analiza mañana la evolución económica tras la subida de los tipos
Los ministros de Finanzas de la Eurozona se reunirán mañana en Bruselas para examinar la difícil situación económica de la zona, caracterizada por la escalada de la inflación y la ralentización del crecimiento.
La reunión del "Eurogrupo", del que forman parte los quince ministros de la zona euro, tiene lugar unos días después de la decisión del Banco Central Europeo de subir los tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 4,25%, su tasa más alta en siete años.
La subida del pasado jueves ha sido inmediatamente criticada por Francia, país que ejerce desde el 1 de julio la presidencia semestral de la Unión Europea.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó el sábado que el aumento del precio del dinero "pone de rodillas" a las empresas europeas.
"Es legítimo que como presidente de la República francesa me pregunte si es razonable aumentar las tasas a un 4,25% cuando los estadounidenses las mantienen en un 2%", declaró en un consejo nacional de su partido conservador UMP en París.
En otras instituciones y otras familias políticas de la UE también han surgido voces críticas con la decisión de las autoridades de Fráncfort.
La presidenta de la influyente comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, la socialista francesa Pervenche Berès, mostró el viernes su inquietud por la "interpretación muy restrictiva" que hace el BCE de su mandato, tendente a garantizar la estabilidad de precios dentro de la zona.
Según Eurostat, la inflación en la zona euro alcanzó en junio el 4%, frente al 3,7% en mayo, lo que representa el doble del objetivo a medio plazo que se ha marcado el BCE.
Pero Bères ha recordado que la mayor parte de ese subida es importada, vía precios de la energía y de los alimentos no transformados.
Si se eliminan esos dos ingredientes, la tasa de inflación en mayo fue del 2,5%, comparada con el 3,7% total.
La eurodiputada se pregunta si la estrategia de endurecimiento monetario del Banco Central es la adecuada en un momento de crecimiento débil y cuando empiezan a sentirse todos los efectos de la crisis financiera.
Los críticos argumentan además que la subida de los tipos en Europa contribuirá a una apreciación suplementaria del euro frente al dólar.
Y es la debilidad del dólar lo que incita a los países productores de petróleo a aumentar sus precios con el fin de preservar sus ingresos, por lo que, al final, la subida de tipos puede traducirse en una subida de la inflación importada.
Bères ha sugerido igualmente que la tradicional neutralidad del BCE respecto al tipo de cambio del euro puede haber quedado desfasada.
"Entramos en una segunda fase de la globalización caracterizada por el aumento de los precios de las materias primas, y es posible que la atención deba centrarse más en tipos de cambio que favorezcan un desarrollo sostenido".
"Diez años después de la creación del euro, es hora de que la Eurozona tome posición sobre estos temas con una voz fuerte y única", ha manifestado.