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Automóviles

General Motors estudia vender minicoches en EE UU

Los altos precios de la gasolina y la crisis económica en EE UU están forzando a General Motors a agilizar un cambio radical. Según la agencia Bloomberg, la empresa que popularizó el más grande de todos los automóviles, el Hummer, estudia introducir en el mercado americano un coche de dimensiones comparables a las del Smart de Mercedes.

Los Smart de Mercedes han empezado a verse en algunas grandes ciudades de EE UU solo recientemente. Pese a que se les recibió con dudas, desde que llegaron al mercado, hace menos de seis meses, se han vendido 11.399 unidades y de ellos 2.545 solo en junio. Es una cifra muy considerable para un país en el que siempre ha primado el músculo en la carretera. General Motors ha tomado nota. La empresa de Detroit podría seguir la estela de este pequeño coche e introducir en el mercado estadounidense el Chevrolet Beat, un modelo de comparables medidas, aunque algo más grande, que en principio estaba destinado para sus mercados en Asia y Latinoamérica.

El Beat tiene un consumo de 64,3 kilómetros por galón de gasolina (3,78 litros), muy similar al Smart y a los coches híbridos que ahora está demandando el mercado. La empresa podría también llevar al mercado de EE UU un pick-up más pequeño que se comercializa en América Latina.

Para la que aún es la mayor automovilística del mundo este es un cambio de importante calado para responder a un mercado a la baja y que no consigue sacar de los concesionarios a los SUV y camionetas. En junio, las ventas totales de esta empresa de Detroit cayeron un 17,7%.

Las estadísticas de matriculaciones del mercado en general son devastadoras para la cartera de productos de las empresa de Detroit. En general todo el mercado cayó un 18% y el único segmento que registró crecimiento, un 10,6% con respecto al mismo mes del año pasado, ha sido el de los coches pequeños. Los demás, incluidos los coches medianos, han retrocedido en ventas y solo los que son híbridos han desafiado a esta tendencia dentro de su gama.

GM ya anunció en junio que cancelaba los proyectos de relanzamiento de varios de sus automóviles más grandes y cerraba cuatro plantas para rebajar la producción de pick-ups y SUV que ahora se acumula en los inventarios.

El giro a una nueva cartera de productos que se agilizaría con al introducción del Beat, es sin embargo una mala noticia para las cuentas de la compañía ya que los coches pequeños no aportan, ni de lejos, el margen de beneficios que dejan las ventas de los SUV y camionetas. Por otro lado, a diferencia de las automovilísticas asiáticas que tienen sistemas de producción muy flexibles en sus fábricas, cambiar las líneas y robotización para fabricar nuevos modelos pequeños va a tomar una parte muy considerable de la caja de una empresa que no ha visto un año entero en beneficios desde 2004. De hecho el año pasado cerró sus libros con unas pérdidas de 38.700 millones de dólares a las que se sumaron extraordinarios .

GM dispone ahora mismo de 24.000 millones de dólares en caja pero los analistas creen que podría necesitar de unos 14.000 o 18.000 este año para hacer los cambios.

Un día de alivio en los mercados

Las acciones de GM se apreciaron ayer un 1,40% después de haberse dejado el día anterior un 14,3%. Tan considerable caída respondía a los temores esbozados por Merrill Lynch de que la empresa tuviera que acudir a la suspensión de pagos, algo que no sorprende en el mercado de bonos.Ayer, JPMorgan emitió otro informe en el que no llegaba al extremo de Merrill, pero sí estimaba que GM deberá captar 10.000 millones de capital en 2009 para compensar la pérdida de liquidez por los costes de su reinvención como fabricante de coches más pequeños y menos rentables.

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