Tallada culpa a la crisis del retraso de operaciones corporativas en Avánzit
Javier Tallada, presidente y primer accionista de Avánzit, prometió a principios de año un semestre movido para su compañía en materia de operaciones corporativas. El plazo terminó ayer y el vaticinio no se ha cumplido. El ejecutivo asegura que es por la crisis internacional bursátil y financiera, y añade que todas las opciones siguen abiertas para la compañía y sus filiales.
Contemplamos bastante actividad para este semestre'. Las palabras son de Javier Tallada, fueron pronunciadas el último día del pasado mes de enero y se referían a operaciones corporativas en Avánzit y tres de sus filiales -Infraestructuras, Tecnología y Vértice 360-, con posibilidades tanto de adquisiciones, como ventas, fusiones o integraciones.
Ayer se cumplió el plazo y Avánzit y sus filiales siguen con la misma estructura accionarial. Pero la apuesta sigue siendo la misma. 'Pensaba que era razonable que sucediera', explicó ayer Tallada a este periódico, tras celebrar la junta de accionistas de la compañía. 'No se ha producido, lo que no significa que no vaya a ocurrir. Todo sigue abierto, tanto para la matriz como para las filiales', añadió.
Tallada está convencido de que la falta de acuerdos se debe al entorno de crisis financiera y bursátil internacional. 'La gente está mirando su día a día'.
De igual forma, la cotización está impactada por la situación, afirma, hasta el punto de que ha llegado 'a precio de derribo'. En su discurso ante la asamblea general, Tallada fue crítico con la situación de Avánzit en Bolsa y con las ventas indiscriminadas que sufre, que han llevado al valor a perder un 43,39% en el mercado en lo que va de año.
'La cotización no se corresponde con la realidad empresarial ni con las perspectivas de Avánzit', afirmó el presidente de la empresa tecnológica. 'Junto con otras compañías, estamos sufriendo un castigo injustificado cuando empresas como la nuestra deberíamos haber permanecido al margen'.
Pero el presidente y primer accionista de Avánzit fue más allá. 'Somos una compañía en condiciones de ser objeto de una opa que sería muy beneficiosa para el comprador', aseveró. Preguntado después por sus palabras, Tallada afirmó que no desea una opa y que se limita con estas palabras a describir la situación objetiva.
La cotización y las operaciones corporativas, por tanto, están afectadas por la crisis, pero el resto de la compañía y su comportamiento operativo han logrado quedarse al margen. Al menos, así lo afirmó Tallada, que avanzó la previsión de que Avánzit facturará 450 millones de euros este año.
'Pese a la situación mundial, puedo decir que la cifra de negocios crecerá cerca de un 50% este año', calculó. 'En un entorno empresarial de gran pesimismo, nosotros vamos a seguir creciendo y, además, mejorando márgenes', promete.
La tecnológica cambia de auditor
La junta de accionistas refrendó ayer la iniciativa de Avánzit de cambiar de auditor y fichar a PricewaterhouseCoopers para los próximos años.La nueva vigilante de las cuentas de la tecnológica sustituye a Deloitte, la auditora que ha firmado la memoria anual de Avánzit al menos desde 1990, con su nombre o el de la extinta Arthur Andersen, con un pequeño paréntesis de un año en que lo hizo Ernst & Young.Avánzit no dio explicaciones del cambio en la junta, pero Tallada se ha puesto como objetivo limpiar la auditoría de la compañía de salvedades, algo que no ha conseguido en sus dos años como presidente. El ejecutivo ha criticado los cuestionamientos del auditor, que lleva 16 años consecutivos poniendo peros a las cuentas de la firma.Al margen de este cambio, la junta de Avánzit fue bastante más movida que la de 2007, con seis intervenciones de minoritarios que cuestionaron la gestión por los malos resultados en Bolsa.