Cien años arrancando los motores de los coches españoles
El alemán Robert Bosch (1861-1942) siempre fue un hombre ambicioso. Si hoy levantara la cabeza, este emprendedor que con sólo 25 años fundó un taller de mecánica de precisión e ingeniería eléctrica, seguramente no se sorprendería de ver que su empresa posee actualmente una plantilla de 271.000 personas en más de 50 países. Porque la expansión internacional de Bosch comenzó muy pronto: en 1914, el 88% de las ventas del fabricante de componentes para el automóvil ya se generaban fuera de Alemania. Ayer la empresa celebró su primer centenario en España, en un acto celebrado en el Casino de Madrid y al que acudió la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia.
'Desde el inicio de sus actividades, Robert Bosch comprendió que sus productos deberían llegar a todo el mundo', subrayó en el evento Josef Evers, presidente del grupo para España y Portugal. Nacido en el seno de una familia acomodada, Bosch se formó con los mejores y adquirió sus conocimientos técnicos trabajando para Thomas Edison en EE UU y para Siemens en Gran Bretaña. Luego se instaló por su cuenta, y el resto -como suele decirse- es historia. La empresa es responsable del desarrollo de importantes innovaciones para el automóvil. En 1927, por ejemplo, lanzó al mercado las primeras bombas de inyección para motores diésel.
Hermann Scholl, presidente del consejo de vigilancia del grupo Bosch, explicó las claves del rápido desarrollo de la compañía: 'La respuesta está en aquel producto que inventamos a principios del siglo XX: la magneto de ignición de alto voltaje que hizo posible que los automóviles se fabricaran en grandes cantidades, abriendo así el camino hacia la temprana internacionalización de nuestra empresa'. La firma llegó a España en 1908, cuando firmó un acuerdo para la representación de sus productos con la empresa Xaudaró Hermanos, de Barcelona.
El año pasado, la compañía destinó 3.600 millones a I+D
Desde entonces, Bosch permanece activa en España en áreas como la fabricación de electrodomésticos o de componentes de automoción. En 1926, el grupo abrió su primera filial española, con sede en Barcelona y bajo el nombre de Equipo Bosch, SA. En 1967, con la compra del 50% de la Constructora Eléctrica Española, la compañía inició su producción en este país, donde hoy cuenta con cerca de 8.000 trabajadores. 'Somos uno de los empleadores privados más importantes de España', aseguró Evers.
En el acto de conmemoración, los ponentes abordaron también los retos próximos a los que se enfrenta la empresa. 'En 2007, hemos realizado unas ventas en España de 1.900 millones de euros. Pero la producción que se logró en nuestros 18 emplazamientos españoles fue de casi 2.600 millones de euros', señaló Franz Fehrenbach, presidente de la Alta Gerencia de la empresa. Según explicó, estas cifras reflejan que 'España es para Bosch un país de exportación, lo que implica que se ve expuesto a la presión de los precios que llegan desde los países emergentes'. Fehrenbach destacó también que más del 40% del presupuesto destinado a I+D -de 3.600 millones de euros el año pasado- está destinado a productos comprometidos con el respeto al medio ambiente.