La inmobiliaria Afirma y el 'síndrome Aznar'
La inmobiliaria Afirma, antigua Astroc, celebra hoy su junta general de accionistas en Valencia, la misma ciudad elegida por el Partido Popular para tratar de escenificar un cambio de rumbo en su XVI Congreso, el pasado fin de semana. Algo parecido al mensaje político del líder de los populares, Mariano Rajoy, quiere trasladar a sus accionistas y al mercado el líder de Afirma, Félix Abánades: su desvinculación con los anteriores gestores.
Si el PP trata de dejar atrás la etapa vivida bajo la presidencia de José María Aznar, Afirma quiere olvidar toda relación con su fundador, Enrique Bañuelos. 'No hay nadie de su equipo gestor en Afirma, no tiene representación en el consejo y tras la ampliación prevista de capital su participación quedará reducida al 6%', aseguran en la empresa. Pero en la actualidad el peso del ex presidente de la inmobiliaria en el accionariado es importante -al igual que el de Aznar en su partido, donde sigue siendo presidente de honor-: Bañuelos se mantiene como segundo accionista de la compañía, con casi el 17% del capital. Ahora bien, la diferencia que los nuevos ejecutivos de la inmobiliaria quieren retratar respecto a los anteriores gestores es incluso mayor que la del primer partido de la oposición.
La compañía no sólo ha cambiado tenuemente su logotipo, como ha hecho el Partido Popular con el suyo, sino que ha cambiado hasta de nombre (Afirma por Astroc). Félix Abánades, con el 40,3% de Afirma, también ha cambiado de portavoz (ha dejado de contratar los servicios de Llorente & Cuenca) y ha prescindido de los más críticos (Afirma ha despedido a su anterior auditor de cuentas, PricewaterhouseCoopers, que en su último ejercicio puso en duda la viabilidad de la empresa).
La antigua Astroc quiere olvidar a Bañuelos
Afirma acude a su junta general en plena revisión de su plan de negocio y frente a las extravagantes expectativas de su anterior presidente (como una ampliación de capital comunicada al mercado por 2.000 millones de euros de la que nunca más se supo), la compañía admite que tanto este ejercicio como el próximo registrarán pérdidas.
Aunque los antiguos gestores de Astroc no estén ya en Afirma, en su capital sí se encuentran sus accionistas más glamourosos. En el accionariado de Afirma resisten el grupo Godia, Nozar y la sociedad de inversión del hombre más rico de España, Amancio Ortega, fundador de Inditex. 'Creemos que tienen vocación de permanencia', dicen en el grupo inmobiliario. Tras la ampliación de capital prevista, Abánades superará previsiblemente el 50% del capital y Nozar reducirá la suya por debajo del 5%.
La inmobiliaria llega a la junta habiendo refinanciado su deuda, de 1.450 millones, logrando haber retrasado la primera amortización a finales de 2010. La compañía seguirá teniendo que pagar intereses semestrales por cerca de 23 millones de euros.
Todos estos cambios, tanto en el PP como en Afirma, tienen como objetivo llegar a 2012 con fuerza para, por un lado alcanzar el Gobierno y por otro el liderazgo en el sector inmobiliario español. Ese año de elecciones generales la compañía presidida por Félix Abánades se ha propuesto lograr los 1.000 millones de euros de facturación (lo que supone doblar su negocio actual) y cerrar un año después el pago total de la deuda. Dada la situación económica actual, y del sector inmobiliario en particular, parece más fácil ver a Rajoy de presidente en 2012 que a Afirma liderando el negocio inmobiliario. Pero de aquí a cuatro años puede pasar de todo.