Zapatero promete reformas de fondo para afrontar la crisis
El Gobierno dispone de una sólida hoja de ruta para superar la 'situación adversa' por la que atraviesa la economía. José Luis Rodríguez Zapatero se esforzó ayer por colocar este mensaje en la sede del Consejo Económico y Social, donde presentó el informe anual que elabora su Oficina Económica. Por vez primera, el presidente empleó términos duros para definir la coyuntura: en su opinión, el crecimiento a corto plazo será 'débil', este año estará por debajo del 2%, aunque no prevé 'un estancamiento duradero' y, en todo caso, la recuperación se verá en el segundo semestre de 2009. El PIB de este segundo trimestre, reconoció, será muy bajo.
¿Qué ha cambiado para que el juicio de Zapatero sobre la coyuntura haya cambiado de forma tan rápida? El presidente eludió ayer el componente electoral y justificó sus nuevas predicciones a partir de la 'fuerte ralentización, casi un frenazo' registrados en los últimos meses, circunstancias acompañadas de una 'regresión' en el empleo y de un ajuste 'particularmente intenso y rápido' en la construcción. 'Se denomine como se denomine, la economía mundial ha entrado en una fase seriamente adversa', precisó el presidente y en España se viven 'dificultades serias'.
Pese a ello, abundó, saldrá 'fortalecida de esta problemática' aunque, advirtió, 'el campo de acción del Gobierno no es ilimitado' dado que descarta adoptar medidas 'que contradigan las leyes esenciales del mercado'. En este contexto, pidió 'responsabilidad y confianza' a los principales sectores económicos después de elogiar el papel que está desempeñando la banca española, una de las más castigadas, recordó Zapatero, en términos de primas de crédito, plazos y exigencias para colocar sus emisiones en los mercados mayoristas. Delante del presidente del Banco Santander, Emilio Botín, con quien departió en el cóctel que el CES organizó al final del acto, el presidente elogió de forma particular el 'comportamiento brillante' del sector financiero en su apertura al exterior. Mencionó sus altas tasas de solvencia y su buen nivel de aprovisionamiento, 'que permitiría cubrir hasta dos veces los fallidos sin que se apreciaran consecuencias relevantes en los resultados de los bancos'. El BBVA no envió ningún representante a la sede del CES, donde comunicó que sus máximos responsables se encuentran en México en el Consejo de Bancomer.
Rehabilitar edificios tendrá más ventajas fiscales y se ampliará la financiación a las pymes
El presidente estuvo arropado por Emilio Botín, José Manuel Entrecanales, Florentino Pérez y Amparo Moraleda, entre otros asistentes
El presidente mencionó algunas de las fortalezas con las que, a su juicio, cuenta la economía española para afrontar la desaceleración y que le dan ventajas frente a otras crisis anteriores. Entre ellas citó el aumento de la población laboral tras dispararse el número de inmigrantes, la potente inversión en bienes de equipo, el aumento de la inversión extranjera, el superávit de las cuentas públicas y la creciente capacidad exportadora. Zapatero no mencionó ninguna desventaja como, por ejemplo, la desaparición de los márgenes para bajar los tipos de interés o para abaratar el despido.
La hoja de ruta que ayer describió el presidente para superar estas dificultades incorpora medidas para suavizar las consecuencias del intenso proceso de ajuste en la construcción y la pérdida de empleo, reducir los efectos que para algunos sectores está teniendo la subida del petróleo y para no perder de vista la necesidad de cambiar el patrón de crecimiento.
Entre las iniciativas adicionales que ayer anunció el presidente figura la ampliación de las líneas de apoyo a la financiación de las pequeñas y medianas empresas y las de respaldo a la financiación de vivienda protegida, de forma que entre este año y el que viene se movilicen 35.000 millones. Esta medida incide en uno de los aspectos más preocupantes de la coyuntura derivado de las dificultades que las empresas tienen para financiarse, del ajuste en la construcción y de la caída del consumo.
Zapatero anunció también la puesta en marcha el año que viene de un plan Renove, con una dotación de 2.500 millones, para ahorrar energía en los edificios, así como el envío al Congreso antes de diciembre de un proyecto de ley que aumentará las ventajas fiscales de la rehabilitación. Los efectos potenciales de estas iniciativas que respaldará el Tesoro y el Instituto de Crédito Oficial son cifradas por el Gobierno en torno a 40.000 millones.
Para reanimar el consumo, el presidente recordó el compromiso del Ejecutivo de aprobar el Programa Vive para incentivar la sustitución de coches de más de quince años de antigüedad, plan que movilizará ayudas por 1.500 millones.
El Ministerio de Fomento mantendrá sus compromisos en el desarrollo del Plan de Infraestructuras y Zapatero anticipó ayer que, un año más, la inversión en este capítulo crecerá en los Presupuestos estatales de 2009 por encima del promedio de gasto público.
A estas medidas se sumará la aprobación en julio de un amplio paquete de reformas estructurales comprometidas por el PSOE en su programa.
Zapatero fue arropado en la presentación del informe por una selecta representación empresarial y financiera. Departieron con él, además de Emilio Botín, Florentino Pérez (ACS), Amparo Moraleda (IBM), Pedro López Jiménez (Unión Fenosa), José Manuel Entrecanales (Acciona), además de Gerardo Díaz Ferrán (CEOE) Cándido Méndez (UGT) y José María Fidalgo (CC OO).
La oferta pública de empleo se recorta un 70% y se congela el sueldo de altos cargos
Entre las medidas que Zapatero anunció ayer para hacer frente a la desaceleración hay algunas que tienen carácter ejemplificador. El presidente ha decidido reducir en un 70% las 35.895 plazas sacadas este año a la oferta pública de empleo. El Gobierno se propone también recortar los gastos corrientes. El próximo viernes, declarará no disponibles 20 millones del capítulo dos de la Administración Central, que en 2009 sólo crecerá el 2% con carácter general. Zapatero también ha decidido congelar el salario de los altos cargos, 403 en total. Sólo les afectará a ellos porque el Ejecutivo quiere respetar los acuerdos suscritos con las organizaciones sindicales en la Administración. Zapatero confía en que este ejemplo sea seguido por comunidades autónomas y ayuntamientos para que el resultado sea todavía más beneficioso para las arcas públicas. Si este principio de austeridad sólo se aplicara en la Administración central, el ahorro este año y el que viene sumaría los 250 millones de euros.
La inversión en infraestructuras crecerá en 2009 por encima del gasto público
Con el fin de frenar el deterioro de la construcción y reactivar la economía, el Gobierno no sólo mantendrá las inversiones comprometidas en grandes infraestructuras sino que volverá a dotar este capítulo en los Presupuestos del año que viene por encima del promedio del 5% previsto para el gasto público.Zapatero recordó que el desarrollo del plan de infraestructuras del transporte está transformando 'profundamente' el país y contribuye a robustecer la economía en el futuro. El objetivo sigue siendo que en 2010 España sea el país con más kilómetros de alta velocidad del mundo y con más kilómetros de autopistas y autovías de la Unión Europea, como bien se ocupó de acentuar el presidente del Gobierno en la pasada campaña electoral.Zapatero mantuvo también ayer el compromiso de acelerar la licitación de obra pública a lo largo de este año, conforme a los deseos de las principales empresas constructoras del país.