Renault presenta su pila de hidrógeno, que estará a la venta en cuatro años
El fabricante francés Renault ha mostrado por primera vez su pila de combustible alimentada por hidrógeno aplicada a un monovolumen Scenic, que pondrá en el mercado en el plazo de cuatro años sobre una plataforma de nuevo desarrollo.
Esta estrategia de Renault fue explicada por Alice de Brauer, vicepresidenta de Planes Medioambientales del constructor francés, que ha decidido saltarse el paso intermedio de los vehículos híbridos, combinación de propulsión tradicional y eléctrica.
A cambio, Renault se concentra en el desarrollo de un vehículo eléctrico con baterías de litio-ion que son cargadas con la energía eléctrica producida por una pila de combustible alimentada por hidrógeno, con tecnología de Nissan.
Esta es la primera gran transferencia tecnológica dentro de la alianza Renault Nissan, en la que un equipo de ingeniería de las dos compañías ha sido capaz de desarrollar en 14 meses dos prototipos del Scenic, con un coste de 7 millones de euros, sin contar con el coste de desarrollo de la pila de combustible, que ya había realizado Nissan.
El vehículo resultante podría producirse en pequeños volúmenes en este momento si no lo impidiera el precio de la pila de combustible, aún muy elevado.
El resto de los elementos son viables industrialmente a precios competitivos.
La pila de combustible, así como la cadena de tracción (motor eléctrico) y el convertidor (cambio), son de Nissan y se fabrican dentro de la alianza, en tanto el depósito es de proveedor externo por ser considerado un componente no estratégico que aún ha de evolucionar.
El Scenic ZEV-H2 supera los 160 km/h, emplea algo más de 14 segundos en acelerar de 0 a 100 kms/h y tiene una autonomía de 350 kilómetros, aunque Renault anuncia más de 700 kilómetros con un nuevo desarrollo de mayor almacenaje de hidrógeno.
Hasta la llegada de la pila de combustible al mercado, como paso siguiente a la generación de vehículos eléctricos puros que está desarrollando para los años 2009, 2010 y 2011, para los que ya hay firmados acuerdos con Israel y Dinamarca, el fabricante francés está inmerso en un plan de desarrollo de nuevas generaciones de motores y de tecnologías de reducción del consumo de las emisiones de CO2 y contaminantes.
Hoy, también como primicia, ha sido presentado un nuevo motor de gasolina turboalimentado de 1.4 litros que, con 130 CV de potencia, sustituirá a la actual generación de propulsores de 2.0 litros de la marca.
Este nuevo motor será fabricado en España a partir del próximo año y será estrenado en la nueva generación del compacto Megane.
El nuevo propulsor, desarrollado sobre la base del motor 1.6 de gasolina de Nissan, reduce hasta en 7 kilos el peso de un 2.0, tiene distribución por cadena, en lugar de correa, y reduce las emisiones de CO2 un 16%.
La marca del rombo también ha presentado un sistema para eliminar las emisiones de óxido de nitrógeno, consideradas las más perjudiciales para el ser humano, mediante un dispositivo reductor que el fabricante denomina Nox Trap.
Este sistema, que se sitúa en lugar del catalizador y, en el caso de los motores diesel, antes del filtro de partículas, convierte en su interior el óxido de nitrógeno en nitrógeno, no perjudicial para la salud.
La compañía francesa también ha puesto por primera vez en funcionamiento un simulador de conducción eficiente que empezará a ser distribuido a la red de concesionarios para formar a los clientes de Renault.