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Defensa

La UE apuesta por mantener vivo el Tratado de Lisboa pese a Irlanda

Las instituciones comunitarias hicieron ayer una defensa cerrada del Tratado de Lisboa y apostaron por su entrada en vigor a pesar del no en Irlanda. Pero piden tiempo para buscar la solución definitiva.

El Tratado de Lisboa ha sobrevivido de momento a las 800.000 papeletas (representando al 0,2% de la población de la UE) que el pasado jueves pidieron en Irlanda su retirada definitiva. Las instituciones comunitarias reiteraron ayer su firme apoyo al texto y se comprometieron a cooperar con Dublín para encontrar una solución tras la victoria del no en el referéndum irlandés.

'Uno, el Tratado de Lisboa no está muerto', enumeró Miguel Ángel Moratinos al término del consejo de ministros de Exteriores de la UE celebrado en Luxemburgo. 'Dos', prosiguió el titular español, 'no hay periodo de reflexión; tres, hace falta expresar respeto y solidaridad con Irlanda; cuatro, los procesos de ratificación continúan; y cinco, los irlandeses nos ayudarán a encontrar la vía para resolver está cuestión'.

Desde Estrasburgo, el Parlamento Europeo también abogó por mantener un texto que, según el presidente de la institución, Hans-Gert Pöttering, 'es la respuesta a las críticas de los ciudadanos al déficit democrático de la Unión Europea'.

Pöttering advirtió que sin el nuevo Tratado 'es difícil concebir la adhesión de nuevos países a la Unión Europea'. Una aparente advertencia a los países partidarios de nuevas ampliaciones, pero que dudan sobre proseguir con el proceso de ratificación del texto. En espacial a la República Checa, cuyo senado paralizó hace meses la ratificación con un recurso ante el tribunal constitucional checo.

El presidente francés Nicolas Sarkozy, uno de los artífices, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, del Tratado firmado diciembre del año pasado, viajó ayer mismo a Praga para defender la supervivencia del texto.

'No podemos condenar a Europa al inmovilismo', clamó Sarkozy desde la capital checa. Sarkozy asume el 1 de julio la Presidencia semestral de la UE, un momento en el que parecía cifrar su consagración internacional. Pero el 'incidente' irlandés, como él mismo lo califica, amenaza con agriar su presidencia si otros países imitan a Irlanda.

Dublín pide tiempo para buscar las causas del 'no' al Tratado

Al ministro irlandés de Exteriores, Michael Martin, le correspondió ayer el dudoso honor de ser el primer miembro de su Gobierno que se reúne con sus colegas europeos tras la victoria en su país del no al Tratado de Lisboa. Martin pidió a la UE tiempo para analizar las causas del rechazo popular al texto y para preparar una posible salida a la encerrona política. 'La decisión popular debe respetarse y es demasiado pronto para proponer una solución', aseguró Martin a su llegada al Consejo de Ministros de Exteriores de la UE.

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