El riesgo lastra a las eléctricas
El anuncio de que las tarifas subirán entre 5% y un 6% a partir de julio ha sido aceptado por los analistas, aunque sin entusiasmo. Preocupan más otros aspectos regulatorios
Novedades que crean incertidumbres y noticias que aportan una cierta tranquilidad. Entre estos dos escenarios se están moviendo las eléctricas españolas en las últimas semanas, en las que la política de tarifas centra el interés del mercado. Mientras, las cotizaciones de las compañías reflejan que el marco de actuación futuro aún no está totalmente definido: Iberdrola y Fenosa caen en un mes un 6,3% y un 5,7% respectivamente, aunque Endesa, más influida por el pago de dividendos extraordinarios, sube un 10%.
En este contexto, el discurso pronunciado el pasado miércoles en el Congreso por el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha sido bien recibido por los analistas, pero con matizaciones. El anuncio de que las tarifas eléctricas subirán entre un 5% y un 6% desde el 1 de julio -sin ser una sorpresa- se puede considerar como 'un paso positivo', manifiesta Raimundo Fernández-Cuesta, de Credit Suisse. Y el hilo conductor de la intervención del ministro también ha calmado algunas inquietudes.
A partir de ahí, la mayor parte de las opiniones apuntan a que Sebastián no dio datos suficientes sobre cómo se van a tratar otros aspectos relevantes que afectan al sector. El primero que destacan es el déficit tarifario -que se genera porque las tarifas no cubren todos los gastos regulados-. 'Aunque ha manifestado que quiere acabar con él, no ha aportado más detalles. Y, si no se aborda, crecerá como una bola de nieve', estima Fernández-Cuesta.
Víctor Peiró, director de análisis de Caja Madrid, señala que la normativa permite titulizar esa deuda, por lo que el riesgo asociado al reconocimiento del déficit ha disminuido. No obstante, añade que las empresas deben financiar ese desfase y temporalmente cuentan con más deuda de la que deberían tener. En definitiva, en opinión de este experto de Caja Madrid, la mayor incertidumbre regulatoria es una de las causas de por qué las eléctricas españolas se están comportando peor en Bolsa, aunque tenga peso el estancamiento en el proceso de consolidación del sector.
Otra preocupación que sopesa Javier Garrido, de JPMorgan, es que el Gobierno intente arañar otros ingresos del sector para 'eliminar' el déficit más rápidamente. Concluye que es una posibilidad que permanece.
Pero hay otra cuestión sustancial en el horizonte. La CNE ha aprobado una addenda en su informe sobre tarifas en la que cuestiona algunas de la bases de funcionamiento del pool (mercado mayorista de electricidad). Y plantea que los márgenes que cobran las centrales nucleares e hidráulicas son muy altos respecto a sus costes variables. Es lo que se conoce como windfall profit (beneficios llovidos del cielo).
Las reacciones no se hicieron esperar, y desde Unesa -patronal del sector- se ha llegado a hablar de riesgo de quiebra. Con todo, medios del sector esperan que el Ministerio de Industria no tenga en cuenta esa propuesta. No obstante, esa proposición no afecta a todas las generadoras por igual: Iberdrola y Endesa serían las más perjudicadas, mientras que Fenosa quedaría menos impactada. Y Gas Natural, nada.
Con estos temas sobre la mesa, otras cuestiones, como la fijación de una tarifa social o la intención de los grandes grupos industriales de lograr mejores precios de suministro, han pasado a un segundo plano. Y lo que destacan diversos expertos es que esta atmósfera está influyendo en el mercado. 'Los inversores extranjeros ante este escenario pueden optar por salir e invertir en eléctricas europeas que cuentan con un marco de actuación sin sobresaltos', añade Fernández-Cuesta.
REE y Enagás se afianzan como valores refugio
REE y Enagás se consolidan como una apuesta sólida, aunque no haya que esperar grandes revalorizaciones, señalan los expertos. Un apoyo adicional les ha venido con la aprobación por el Gobierno de la Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas 2008-2016, que destina a infraestructuras gasistas 10.221 millones y a redes y transporte eléctrico 8.500 millones.Para Enagás, supone una inversión entre 2.200 y 3.000 millones que une a los 5.000 millones de su plan estratégico, según informó a CNMV.En la misma línea, REE ha señalado que prevé invertir 8.500 millones entre 2008 y 2016 para cumplir con la nueva planificación energética. La ventaja añadida es que a estos proyectos se les reconoce un ROE (rentabilidad sobre recursos) entre el 18% y el 20%. Así, BNP ha elevado el precio objetivo de REE de 40,3 a 43,2 euros. 'Creemos que este plan tendrá un impacto positivo en los resultados de 2011', señalan. Y JPMorgan indica que disfrutan de una regulación más transparente.Ambas compañías están en el grupo del Ibex que mejor se ha comportado en el año: la eléctrica sube un 0,5% y la gasista, baja un 1,4%. Del colectivo de analistas consultados por Bloomberg, un 72,73% aconseja comprar Enagás y un 4,55%, vender. El 69,57% de los consultados recomienda REE, mientras que un 13% opta por vender.