Almadén se emancipa del mercurio tras 20 siglos de dependencia
La localidad encara la reconversión de su industria minera con vistas a 2010, cuando se prohíba el metal.
Castilla-La Mancha es, por tradición, tierra de monocultivo y una localidad expone esa fuerte dependencia mejor que ninguna otra. Se trata de Almadén, en Ciudad Real. Su fuente de ingresos es el mercurio, la única durante más de 20 siglos. En una iniciativa de protección al consumidor, la Unión Europea ha diseñado un plan que pretende erradicar ese metal antes de 2011. Si en una primera fase en 2002, la Comisión y el Parlamento Europeo ya prohibieron la extracción del metal, las instituciones comunitarias han dado un nuevo paso al aprobar la pasada semana el reglamento de Estrategia del Mercurio que obliga a interrumpir las exportaciones de aquí a tres años.
Esa decisión da la puntilla a Almadén, que exporta el 90% del producto que mantiene almacenado (3.000 toneladas) desde 2003, cuando la UE prohibió la extracción. Para darle salida, la empresa pública que gestiona las minas, Mayasa, dispone de tres años más. Además de interrumpir la extracción y prohibir su exportación, el último documento consensuado por la Comisión y el Parlamento se olvida de Almadén como destino preferente para albergar el futuro cementerio de mercurio de los 27. 'Tampoco plantea ayudas', se quejan los almanedenses.
Descabezada como queda la localidad -aunque 'estratégicamente bien situada en un cruce de caminos entre España y Portugal', destaca su alcalde, Emilio García-, carece de un buen sistema de comunicaciones los que complica su reconversión en parque industrial, como acordaron impulsar los 17 grupos de la corporación municipal el viernes 30. Distanciada por un buen puñado de kilómetros de los principales focos económicos de la zona -Pozoblanco (Córdoba) a 127, Ciudad Real a 100 y Puertollano, en la misma provincia, a 90-, la comarca es un islote en tierras manchegas. Y además, la tan esperada autovía entre el País Vasco y Valencia que la atravesará no estará lista hasta 2011.
A lo largo de los últimos años, Mayasa ha ido perdiendo empleo, nunca con despidos, pero con 1.200 prejubilaciones. Actualmente sólo cuenta con 71 trabajadores y coopera con el Ayuntamiento en la definición del plan de choque para un 'nuevo Almadén'.
El trayecto hasta reinventarse transcurre por el fomento de cuatro ejes: plan municipal de infraestructuras, Parque Minero como atractivo turístico (14.000 visitas anuales desde 2003), energías renovables y la Escuela de Minas, la más antigua de España con tres siglos de historia. El plan de reconversión municipal también abriría posibilidades en el marco productivo para Mayasa. Aunque de momento, la empresa va a dar salida a sus excedentes de mineral a través de la cloroindustria, que a partir de mercurio obtiene sosa cáustica y cloro.
La pérdida de población que acarrearon los sucesivos planes de prejubilación es evidente. En Almadén, que contaba con 11.000 habitantes en los años setenta, residen hoy menos de 7.000 personas, según el INE. Sin un plan alternativo que acompañara el abandono de la principal actividad productiva de Almadén, la emigración parece aún hoy la mejor opción para evitar incertidumbres. Gran parte de sus vecinos salieron hacia la capital de la provincia en busca de empleo. Como consecuencia de ese éxodo, su población se ha envejecido, el desempleo se ha disparado hasta duplicar el 9,57% de la regional.