Akasvayu deja en el aire la continuidad del clubdisputas
La promotora catalana no tiene recursos para seguir patrocinando el equipo de baloncesto de Gerona
Los daños colaterales de la crisis inmobiliaria también salpican las canchas. La inmobiliaria catalana Akasvayu ha dejado pendiente de un hilo la continuidad del equipo Club de Bàsquet de Girona, al que patrocina desde hace tres temporadas. Akasvayu, propiedad del empresario Joan Amat, tiene un 60% de las acciones del club y también participa como mecenas en la Fundación del FC Barcelona. Aunque la promotora catalana no ha dado a conocer públicamente sus intenciones de continuidad con el club, ya ha manifestado tanto al Ayuntamiento de Gerona como a la Diputación las dificultades para continuar patrocinando el equipo, anteriormente en manos de la firma Casademont. La promotora no puede seguir haciendo frente a sus compromisos con el club, después de desembolsar en el equipo más de 22 millones de euros.
La esponsorización del Akasvayu catapultó la notoriedad de esta inmobiliaria, fundada en 2001. Tras su extraño nombre se esconde una expresión catalana, casa avui (casa hoy), que da pistas sobre sus actividades en el ámbito del residencial. La compañía experimentó entonces un espectacular crecimiento, que le llevó incluso a barajar su salida a Bolsa. Akasvayu tampoco ha permanecido inmune a la crisis del sector. La inmobiliaria está buscando de forma desesperada cómo salir de la difícil situación financiera que atraviesa. La semana pasada presentó ante un juzgado barcelonés una demanda contra Nyesa, una filial del grupo aragonés Horcona por 30 millones de euros. Akasvayu habría demandado a Nyesa por incumplimiento de una operación de compra de activos en Costa Rica, donde preparaba un macroproyecto hotelero y de residencial dirigido a público norteamericano.
El club no tiene garantizado su permanecía en la Liga ACB, donde se ha situado en séptima posición este año. Tanto el Ayuntamiento de Gerona como la Diputación provincial creen que sin el apoyo de Akasvayu, la ciudad perderá su plaza en la máxima categoría del baloncesto nacional.
La alcaldesa de Girona, Anna Pagans, asegura que la deuda del club es superior a los 12 millones de euros. 'No podemos hacer frente a estos números', señala. Otro equipo sacudido por la crisis inmobiliaria es el Murcia de Baloncesto, que perdió el respaldo de Polaris World.
DISPUTAS
Uno de los problemas que tuvo que hacer frente Akasvayu con anterioridad al impacto de la crisis inmobiliaria fue la marcha de uno de sus socios, Juan Obiol, a finales de 2006. Este hecho obligó al presidente, Joan Amat, a recomprar su parte en la compañía.
Para paliar la falta de un socio, la compañía intentó sin éxito impulsar una fusión con otra inmobiliaria.