Barcelona combatirá con un fiscal el acoso inmobiliario
La ciudad de Barcelona dispondrá del primer fiscal en toda España para combatir los casos de acoso inmobiliario, un fenómeno por el que se han registrado más de 500 denuncias en las oficinas municipales de vivienda de la capital catalana en los últimos tres años.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y la Fiscal Superior de Cataluña, Teresa Compte, firmaron ayer un acuerdo para que ambas instituciones actúen de manera coordinada si existen indicios de acoso entre los casos que se denuncian ante las oficinas de atención ciudadana. Ambas partes quieren acabar con las prácticas que definen el 'mobbing' inmobiliario y que están dirigidas a deteriorar la vivienda de un inquilino y a efectuar presión para que el arrendatario abandone el inmueble, normalmente de renta antigua.
El fiscal deberá coordinarse con el consistorio para analizar las denuncias, instruirá las investigaciones cuando sea necesario y presentará ante los tribunales los casos de posible acoso si deben seguir la vía penal. No obstante, y antes de llegar a este extremo, el consistorio intentará hacer servir la vía de la mediación.