Adiós al billete aéreo en papel
Los tiques pasan a ser electrónicos a partir de este domingo, aunque no todas las aerolíneas se adhieren a la norma de la IATA.
Ha alcanzado los 91 años y se despide de aerolíneas, reguladores y agencias de viaje más tarde de lo esperado. Lo tenía que haber hecho en enero de este año pero las empresas que tratan con él no estaban preparadas para el cambio. Ha modernizado su imagen tres veces a lo largo de sus nueve décadas de vida y va a desaparecer para hacerle un favor a los árboles del planeta y a las cuentas de las aerolíneas. Los billetes de avión en formato de papel deben dejar de existir este domingo.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, en sus siglas en inglés) recomendó en 2006 a las compañías que emitieran todos sus billetes en formato electrónico antes de 2008. Las razones pesaban: les supondría un ahorro conjunto de 3.000 millones de dólares (2.261 millones de euros), y evitaría la tala de 50.000 árboles al año. Además mejoraría la eficiencia en la distribución aérea porque evitaría largas colas en la facturación y el peregrinaje a agencias de viajes o centrales de las aerolíneas para recoger el cartón que acredita como pasajero en un determinado vuelo.
Cada año la IATA procesa 300 millones de billetes en papel. De esa cifra al cero la diferencia es abismal. También lo es en el coste. Un billete electrónico cuesta tan sólo 0,75 euros, mientras que en papel el coste asciende hasta los 7,5 euros, por lo que cada billete electrónico supone un ahorro de 6,7 euros. Si se suman procesos complementarios a la emisión del billete, como la autofacturación, entre otros, el ahorro alcanza los 4.384 millones de euros.
Un billete electrónico cuesta 0,75 euros, mientras que en papel, 7,5 euros, lo que supone un ahorro conjunto para las aerolíneas de 2.261 millones de euros
La decisión se adoptó en 2006, pero no se lleva a cabo hasta este fin de semana, porque las aerolíneas no estaban preparadas en enero de este año para hacerlo y la IATA amplió en plazo cinco meses.
Sin embargo, no todas las compañías se han adaptado. No han valido argumentos medioambientales ni de tipo económico.
Rusia, por ejemplo, considera ilegal el billete electrónico por lo que el Gobierno obliga a emitir todos los tiques en formato papel. Además, otros países de Oriente Medio también mantienen las puertas cerradas al formato electrónico. No todas las aerolíneas de estos países están suscritas a la IATA y por ello no siguen la recomendación de la asociación. Según Íñigo García-Aranda, director de marketing de Amadeus España, tanto la IATA como todos los actores de la industria recomiendan el uso del formato electrónico por razones de seguridad. Por otra parte, a nivel español no estará implantado totalmente porque hay aeropuertos que no están adaptados para el e-ticket.
En la actualidad hay 128 aerolíneas certificadas para emitir billete electrónico en España, lo que implica una implantación casi total del formato electrónico, un 98% según Amadeus España. 'Las aerolíneas españolas están muy bien preparadas. Iberia utiliza este sistema desde hace ocho años y hace tres que superamos el 50%', asegura García-Aranda.
Por delante de España en cuanto a uso se encuentran EE UU y China. El 90% de las aerolíneas de IATA ya le han dicho adiós al papel. Algunas, como Spanair, van más allá que ha comenzado a facturar online mediante móvil.
Mientras, las aerolíneas se afanan en comunicar que han logrado el objetivo del 100%. Lejos queda el mancharse las manos de rojo con el calco de los antiguos billetes.