Internet por toda la casa
Proliferan los adaptadores capaces de transformar un enchufe de la luz en una conexión de banda ancha de alta velocidad
Es el sueño de cualquier navegante. Visitar páginas web o descargar el correo electrónico desde cualquier habitación de la casa. Un sueño que, en muchos casos se cumple gracias a Wifi, ese sistema por radio que amplía el espacio de internet en muchos hogares.
En concreto, en España el 65% de los internautas españoles se conecta por Wifi desde el ordenador. Este sistema ha crecido un 10% en el último año, según el último estudio de la AIMC. Y no estamos hablando de unos pocos. El número de internautas en nuestro país se acerca a los 17 millones. Según la última oleada (febrero-marzo) del Estudio General de Medios (EGM) hay 16.726.000. Un 43,7% de los españoles mayores de 14 años y casi un millón más que en la última oleada de octubre.
Estos datos confirman el interés general por estar en internet y el creciente deseo de acceder a la red desde cualquier punto de la casa. En esto último hay que reconocer que el sistema Wifi es muy eficaz y sencillo de montar. Sin embargo, esta tecnología también tiene sus puntos oscuros.
De entrada por las redes Wifi se circula más despacio que por las redes de cable. Además, si en nuestro espacio Wifi existen otras redes inalámbricas, la velocidad baja mucho más. Pero esto no es lo peor. El mayor problema se produce cuando ponemos el equipo Wifi con su antena en un extremo de una casa o de una oficina y no llega al otro extremo. Esto es mucho más habitual de lo que pensamos. Es una constante en casas viejas con pasillos largos y paredes gruesas o en chalets con más de una planta.
Para estos casos ha surgido una solución realmente eficaz y simple: el PLC, del inglés, Power Line Communications. Lo mejor de este curioso invento es que extiende la red informática de la casa (y, al final, el acceso a internet) usando los cables de la luz. A través de los enchufes corrientes. Basta conectar un adaptador, por un lado a la entrada de internet (el router) y, por el otro, a una toma de corriente. En la otra punta de la casa, junto al ordenador que se quiera conectar a internet habrá que enchufar el otro adaptador también al 'enchufe de la luz' en un extremo y, en el otro, directo a la entrada de red del ordenador.
Lo sorprendente del asunto es que, salvo casos extraños, el invento funciona a la primera y sin mover una tecla. Después de años de investigación se ha definido un estándar eficaz operativo que ofrece velocidades imposibles para el Wifi actual (hasta 200 Mbps) y una cobertura que va entre los 100 y los 300 metros.
A primera vista, se podría pensar que se trata de un sistema con poco futuro y aplicaciones limitadas. Nada más lejos de la realidad. Según datos de la consultora tecnológica IDC, en Europa al final del 2007 había 17 millones de hogares con Wifi y para 2010 calcula que habrá unos 37 millones. Muchos de ellos encontrarán el sistema PLC un complemento pluscuamperfecto para que su acceso a internet llegue a esos puntos de la casa donde no llega el Wifi.
Por otra parte, Según explica Jaime García Cantero, analista de IDC, el crecimiento de las redes domésticas para conectar ordenadores es sólido y estable, pero es que, en los últimos tiempos, se multiplican otros inventos conectados a la red. Y se refiere a equipos audiovisuales o consolas de videojuegos. Dos inventos que empiezan a entenderse con el ordenador. El siguiente paso vendrá con la conexión de las redes domóticas o de los sistemas de videovigilancia a la red de redes.