Al empresario español le puede el pesimismo al afrontar la crisis
Una encuesta revela que en España las compañías no están preparadas mentalmente para superar con éxito la recesión
Los chinos dibujan la crisis con dos símbolos: uno significa peligro, el otro, oportunidad. Por eso, los asiáticos, ante las dificultades, se crecen. Saben que sortear con éxito el infortunio obliga a observar con detenimiento la realidad y adoptar medidas, pero nunca olvidan tener una actitud positiva y aprovechar las oportunidades.
A los occidentales les ocurre lo contrario. Les puede el pesimismo. Y en esta ocasión no iba a ser diferente. ¿Crisis o desaceleración económica? Crisis. Así lo han reconocido a la consultora Oak Power Marketing Comunicación un puñado de gestores españoles. El 90% de las empresas con menos de 100 trabajadores, el 65% de las grandes corporaciones.
Ciento cincuenta compañías de menos de cien trabajadores y un centenar de sociedades con más de cien empleados han participado en una encuesta sobre la preparación mental y emocional de las empresas para afrontar la crisis. Tres sustantivos se repiten una y otra vez en las respuestas: desconcierto, pesimismo y parálisis. Los hombres de negocios españoles reconocen que no estaban preparados psicológicamente para el brusco parón de la economía, y, lo que es peor, aceptan que no tienen claro cómo han de afrontar la situación. Sólo una minoría contempla la desaceleración mundial como una oportunidad para afianzar su liderazgo y desarrollar nuevas ideas.
Muy pocos gestores opinan que la crisis es una oportunidad para afianzar el liderazgo
'No imaginábamos que la caída sería tan dura', reconoce Francisco Oliver, consejero delegado de Pikolinos, uno de los fabricantes y exportadores de zapatos que mejor ha comprendido la necesidad de hacerse con una marca (Pikolinos y Martinelli) en este sector industrial. 'Por eso, en situaciones como ésta no está de más recurrir a la imaginación: buscar nuevos productos y mercados', apostilla. Con dos millones de pares vendidos en 2007, Pikolinos intentará, este año y el que viene, ganar terreno con la venta de complementos en piel y vender más pares en Francia, EE UU, Rusia, Alemania e Italia. A juicio de María Asenjo, directiva de Oak Power Marketing Comunicación, nunca hay que pensar que la crisis traerá consigo pérdida de empleo y competitividad y, desde luego, que causará un daño irreparable a la organización. Por el contrario, se trata de asumir que ajustes como el actual brindan la oportunidad de ampliar el catálogo, mejorar los procesos de trabajo y la calidad. En este mismo sentido se expresa el consejero delegado de Jazztel, José Miguel García. 'Quizá debamos referirnos a desaceleración económica. Es necesario reducir el componente psicológico de estos procesos. Además, cualquier empresa capaz de lanzar servicios de calidad y a un precio competitivo fortalecerá su posición ante el próximo cambio de ciclo', anuncia José Miguel García, consejero delegado de Jazztel. En su opinión, el ADSL se ha convertido en un producto con categoría cercana al utility, por lo que su supresión en el hogar es una de las últimas decisiones y el mercado de banda ancha, y Jazztel, seguirá creciendo incluso bajo condiciones desfavorables. 'Los momentos de incertidumbre lo son también de oportunidad para las empresas más profesionalizadas y competitivas', afirma Guillermo García-Mauriño, director general de la inmobiliaria Vemusa, un sector donde el azote de la desaceleración se ha sentido con mayor intensidad. Pero Vemusa confía en no estar entre las damnificadas. 'Afianzaremos nuestro mercado, aunque lógicamente debemos perseverar en el esfuerzo, la transparencia y la competitividad'. Desde el punto de vista defensivo, la inmobiliaria ha conseguido acuerdos para sacar su producto a través de fondos de inversión nacionales e internacionales y a través de diversas cooperativas de vivienda.
Futuro incierto
Escondidos en la retaguardia. La mayor parte de los empresarios españoles ha optado por evitar la línea de salida y liderar la nueva situación. El 65% de las empresas de menos de 100 empleados y el 40% de las de más de 100 está optando exclusivamente por reducir gastos y esperar a que escampe (45% y 25%, respectivamente).Peligro, pero también oportunidad. Sólo una minoría mira la crisis como una oportunidad para lanzar nuevas estrategias, productos y servicios (25% de las compañías con menos de 100 empleados y 10% de las de más de 100), abrir mercados internacionales (15% y 23%, respectivamente) o consolidar liderazgo (12% y 35%).Discurso pesimista. Los mensajes a los colaboradores tampoco ayudan a crear una corriente generalizada de optimismo y superación. La mayoría trasmite preocupación (40% y 45%, respectivamente). Sólo unos pocos hablan de motivación e imaginación (7% y 25%).El final del túnel. La mayoría opina que la recuperación se producirá entre mediados y finales de 2009. El 70% considera, además, que su compañía no saldrá beneficiada de la crisis.