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Crisis

Los empleados de las inmobiliarias se movilizan contra la oleada de despidos

Cerca de un centenar de trabajadores y trabajadoras de la inmobiliaria Habitat se concentraron ayer ante las puertas de Ferrovial -que en 2006 vendió su división inmobiliaria a la compañía catalana- para protestar contra el expediente de regulación de empleo (ERE) anunciado por la empresa. 'Fue como si una sardina intentara comerse una ballena' comentaba ayer un representante de los trabajadores refiriéndose a aquella operación.

A finales de 2006 Habitat acordó la compra por 2.200 millones de euros de la filial del grupo presidido por Rafael del Pino; la crisis inmobiliaria y financiera han pesado sobre la operación hasta el punto de que Habitat ha escapado de la situación de concurso en el último minuto. 'Quieren presentar un ERE aludiendo a la situación del sector, pero el origen de la crisis de la compañía está en esa operación que sólo ha servido a los intereses de los presidentes de Ferrovial y Hábitat', decía el representante de los trabajadores de la inmobiliaria.

La compra de Fadesa por parte de Martinsa, por más de 4.000 millones de euros, en 2006, unida a las crisis del sector inmobiliario y financiero actual también está detrás de la reducción de la plantilla que prepara el grupo. Mañana está prevista una protesta de los trabajadores de la empresa en A Coruña, informó el miércoles Europa Press. Según fuentes sindicales consultadas por la agencia, los empleados temen una reducción de más del 50% de la plantilla en la provincia. Un representante sindical señaló que la compañía ya había avanzado que 'no se garantiza el nivel de empleo actual' y que 'la reestructuración será mayor de la anunciada hace meses'. El grupo Detinsa ha presentado recientemente un ERE que afecta a 164 empleados. Los trabajadores han contratado al despacho de abogados Vizcaíno Casas. 'La situación de Detinsa es menos preocupante, tiene activos para responder', considera Fernando Vizcaíno Casas. Los representantes legales de la plantilla afectada ha tenido ya tres reuniones con la empresa. Detinsa aguarda al sí definitivo de la banca para acordar la renegociación de su deuda.

Menos alternativas de recolocación

Semana tras semana aumenta el número de empresas que entran en situación concursal o que se ven obligadas a reducir su plantilla. Llanera, Seop, Cosmani o Lábaro son sólo los nombres de las compañías del sector que han entrado en concurso más conocidas. A ellas hay que sumar los nombres de otras empresas más locales. La crisis afecta a todo el sector y las previsiones apuntan a que esta se mantenga durante meses.Por esa razón la situación de los trabajadores de esta industria es tan acuciante, al existir cada vez menos posibilidades de recolocación. En opinión de un abogado experto en el sector es preferible para los empleados de una inmobiliaria un expediente de regulación de empleo que la entrada de la compañía en concurso.

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