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CincoSentidos

'Concursos de belleza' para contratar los mejores bufetes

Las empresas cubren por licitación algunas de sus necesidades de asesoría legal, una práctica de origen anglosajón.

Espejito, espejito mágico...' Sacar a concurso los servicios externalizados de la empresa y someter a examen a los distintos proveedores o colaboradores de una organización es una práctica cada vez más habitual en España, que procede del modelo anglosajón y que comienza a extenderse a la mayoría de las áreas empresariales. También a la legal. Los beauty contest (o concursos de belleza) se multiplican en los bufetes, sobre todo en áreas como mercantil o financiero, aunque no son las únicas; procesal, competencia, laboral o propiedad intelectual son también otras de las prácticas jurídicas que cuentan con ayuda externa en muchas compañías.

'Como premisa general y cada vez más, planteamos concursos cuando tenemos una necesidad de asesoramiento jurídico concreto. Es algo que ha cambiado en nuestro sector y que va a cambiar más en los próximos años hasta convertirse en una forma de trabajar mucho más habitual de lo que es hoy', comenta la responsable del departamento de asesoría jurídica de Sanitas, Mónica Paramés.

En Unión Fenosa la norma es la misma para contratar a cualquier proveedor de servicios. 'Pedimos varias ofertas, normalmente tres o cuatro, luego las evaluamos según los parámetros fundamentales, como la calidad del equipo o el precio y seleccionamos la más adecuada', señala Alejandro Sánchez Bustamante, responsable del departamento legal de la compañía eléctrica.

Pero lo más importante son las personas y que exista una relación de confianza con el colaborador, según explican desde la empresa. El asesor legal interno busca que quien venga de fuera se implique.

En ocasiones, y como indican los profesionales de varias organizaciones, resulta imposible realizar un concurso; las causas más comunes son la urgencia y la confidencialidad del proyecto. 'A veces, si das publicidad puedes matar una operación', apunta Bustamante.

Eduardo Ruiz Montoya, responsable de la asesoría legal de Hewlett-Packard en España, confirma esta teoría. 'Para proyectos concretos solemos pedir varias ofertas, dependiendo del tiempo con el que contemos, también solemos usar los concursos para contar con un panel predeterminado de despachos con los que colaborar', asegura.

Para que la relación funcione es imprescindible que una buena comunicación permita al despacho saber qué buscan sus posibles clientes y a éstos qué soluciones les ofrece cada bufete; a partir de ahí se puede empezar a trabajar.

La empresa especifica sus necesidades, los canales de comunicación que utilizará, el perfil de abogados que necesita, etc. Y el despacho responde.

'Una vez que la oferta llega se estudia, se valoran los servicios que se están solicitando y se crea un grupo de trabajo, formado por abogados especialistas en las áreas legales solicitadas. Se nombrará un director del proyecto, normalmente un socio, y se comenzará a trabajar', apunta Fernando Servet, socio responsable del área mercantil de Hammonds.

Tanto los departamentos de asesoría jurídica de las empresas como los bufetes aseguran que se trata de una práctica que favorece al mercado legal. 'La competencia es muy positiva, nos obliga a ser más eficientes y más productivos, en definitiva', afirma Carlos de Cárdenas, socio del bufete Uría Menéndez.

Desde Gómez-Acebo & Pombo, el socio responsable del área mercantil, Fernando de las Cuevas, destaca que 'estos procesos te obligan a estar al día y a tener la calidad, la especialización y el servicio que solicita el cliente, lo que resulta favorable para el despacho. No te puedes dormir'.

Factor humano

A la hora de contratar un despacho externo para que colabore en los aspectos legales de una organización, el departamento de asesoría jurídica valora, entre otras cosas, la disponibilidad, el equipo, la calidad, el precio... Pero los abogados de empresa aseguran que el aspecto humano y la implicación del despacho en el proyecto es la clave de la colaboración. 'Queremos que nos ayuden a hacer el proyecto, que se impliquen', comenta Mónica Paramés, de Sanitas.Desde el despacho, los abogados que valoran las ofertas que mandan las compañías destacan como principales puntos de interés, lo innovadora e interesante que sea la oferta en la que participar. 'Nosotros hemos optado por un modelo de negocio en el que tenemos preferencia por trabajar en aquellas innovadoras y relevantes para la firma', destaca el socio de Uría Menéndez Carlos de Cárdenas.El tipo de trabajo, contar con el equipo necesario para llevar a cabo la operación, la inversión que supone para el despacho, el interés por captar al cliente y por entrar en un sector son las principales claves para Hammonds, según su socio Fernando Servet.

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