Santa Lucía provisiona 40 millones por sus inversiones
Santa Lucía ganó el año pasado 65,1 millones de euros, un 17% menos que hace un año. La compañía atribuye este descenso a dotaciones extraordinarias por 40,4 millones de euros y a un incremento de la siniestralidad.
El beneficio de Santa Lucía baja. Y su director general, Jesús Priego, tiene claras cuáles son las razones. El clima ha provocado un repunte del número de partes en el negocio de hogar. También se ha producido un incremento de los fallecimientos. Y por último, se han aumentado las provisiones por inversiones. Así resume el ejercicio 2007 el ejecutivo en una entrevista concedida a CincoDías.
La aseguradora anotó al cierre del pasado ejercicio un resultado de 65,1 millones de euros, un 17% menos que un año antes. El año estuvo lastrado por el negocio de vida, que anotó perdidas de 10,9 millones en su cuenta técnica, frente a las ganancias de 6,4 millones logradas en 2006. Entre tanto, el ramo de no vida redujo su beneficio técnico un 10,5%, hasta 101,8 millones.
El grupo efectuó provisiones por 61,8 millones de euros, cuando en 2006 esta partida ascendió a 21,4 millones. Es decir, las dotaciones se han incrementado en 40,4 millones.
El primer ejecutivo no concretó los activos que se han depreciado, pero insiste en que 'este no es dinero perdido. Se recuperará'. En Santa Lucía creen que, a su vencimiento, estas inversiones tendrán su valor real porque su calidad crediticia es alta. El 74,7% de su cartera está en títulos de renta fija privada y de deuda pública.
En 2007, el grupo anotó unos ingresos por primas de 977,5 millones, un 6,16% más. De estos, 803,3 millones correspondieron al ramo de no vida, que incrementó su facturación un 5,8%. El de vida aportó 127,7 millones al subir un 8,1%.
La compañía destacó la evolución de sus productos combinados del hogar, que aportaron un 8,37% más. De hecho, Priego confía en que este segmento mantenga su impulso también en 2008. 'Nuestra producción está poco supeditada a la concesión de hipotecas y eso es bueno'.
El ejecutivo opina que, aunque su grupo ya da cobertura a 8 millones de personas, el mercado de decesos no está saturado en España. Además, estima que la llegada de inmigrantes al país en la última década contribuye a rejuvenecer su cartera de clientes.
Respecto a las prestaciones funerarias, Priego sostiene que 'las aseguradoras somos un factor de moderación de los costes del entierro. Estamos pendientes de los plenos municipales para ver cuánto piden por el suelo del cementerio y procurar que no suba demasiado'. Santa Lucía es la mayor compañía del ramo en España.
La entidad está también presente en el negocio de la dependencia a través del grupo de residencias Ballesol, donde controla un 60% del capital.
América latina
La compañía desea hacer las Américas. Santa Lucía está interesada en invertir en Argentina, Brasil o Chile. 'Es nuestra salida natural por el idioma, la idiosincrasia de esos mercados y cuestiones religiosas que son claves en los ritos funerarios', explica Priego.
El camino de Warren Buffett
Los caminos de Santa Lucía y Warren Buffett no se cruzarán a pesar de la visita del multimillonario estadounidense a España de la semana pasada. 'Los accionistas no tenemos interés en vender porque el grupo crea mucho valor. Aunque tampoco creo que a Warren Buffett le interesase comprar la compañía', explicaba ayer Jesús Priego. 'Nuestra rentabilidad es buena, pero las pólizas que hacemos no traspasan fronteras. En Estados Unidos no comprenden nuestro negocio. Ahí, la gestión de los decesos está organizada de forma diferente', apunta el ejecutivo.La intención de la aseguradora para los próximos años es disponer de sus propias plataformas de autos y de salud. Actualmente, el grupo distribuye pólizas para vehículos de Pelayo y controla el 48% de Cisne Aseguradora, desde donde otea el negocio sanitario. 'El problema es que si uno quiere hacer una compra y, además, controlando la compañía, los precios son imposibles. En autos y en cualquier otro ramo', sostiene Priego.