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Industria alimenticia

Ebro Puleva paraliza la inversión en la planta de biodiésel de Cádiz

La empresa alimentaria ha paralizado su proyecto de biodiésel en Jédula (Cádiz) en el que iba a invertir 32 millones. Se suma al estancamiento general del sector de los biocarburantes, en el aire por la coyuntura.

Ebro se lo está pensando en Jédula (Cádiz). No está claro qué van a hacer con la antigua azucarera que iban a reconvertir en productora de biodiésel en esta localidad. Pero ayer Ebro Puleva comunicó a la Junta de Andalucía su intención de paralizar las inversiones en esta planta. La empresa congela así el proyecto y estudiará las alternativas económicas e industriales que tiene para esta ubicación.

La firma frena este proyecto después de que pusiera hace un año la primera piedra para levantar esta planta. En ella estaba prevista la producción de 200.000 toneladas anuales de biocarburantes y la creación de 50 nuevos puestos de trabajos. Tal y como confirmaron ayer fuentes de Ebro Puleva, la empresa ya había dedicado 11 millones a esta iniciativa que tenía un presupuesto de 32 millones.

Muchas razones han empujado a la empresa alimentaria a tomar esta decisión. La 'falta de obligatoriedad legal de mezcla' de biocombustibles en los carburantes fósiles que se consumen en el mercado, la 'subida de precio de las materias primas, más caras que el petróleo', las 'dificultades que ponen las petroleras, que quieren seguir controlando el negocio' y la falta de 'acuerdos con los agricultores para el cultivo de la colza', que servirían de materia prima para la fábrica, han sido las principales que han motivado el cierre, tal y como expusieron desde Ebro.

No es la única

Pero estos parones no son una excepción sino más bien una tendencia que se está convirtiendo en costumbre. El pasado martes, sin ir más lejos, el grupo Aurantia confirmaba su intención de 'paralizar provisionalmente' el proyecto de planta de biodiésel que tenía previsto realizar en Puerto Real (Cádiz), a través de su filial Gadir Biodiésel, dado que el mercado de este ecocarburante 'se ha deteriorado extraordinariamente en los últimos tres meses', según fuentes del grupo. Esta instalación será sustituida por una planta de generación eléctrica de 34 MW.

La misma Ebro tiene en el aire la planta de bioetanol cuya inversión comparte con Abengoa. El precio de las materias primas obligaron a su cierre temporal el pasado mes de septiembre y no hay nada que haga sospechar que la actividad se reanudará pronto.

Ecobarcial, la planta de bioetanol de Iberdrola y Sniace en Zamora, tiene parada su construcción 'a la espera de que se aclare la regulación sobre el consumo obligatorio de bioetanol'.

De hecho, fuentes del sector señalan que 'la mayoría de los proyectos están parados'. 'Muchas plantas se terminan de construir y una vez entregadas, se cierran. Iniciar la producción sólo provoca pérdidas', afirman.

En esta tesitura están en Natura, del grupo Jiménez Belinchón. Aunque no quieren dejar de fabricar biocombustibles, 'el carburante se vende por menos de lo que cuesta producirlo', asumen.

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