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Fútbol

Villalonga ofrece 35 millones por el 37% del Valencia

Las negociaciones para la entrada en el capital del Valencia CF de Juan Villalonga están en tiempo muerto tras una reunión reciente donde se tropezó en el precio y en la forma de pago.

Las negociaciones entre Juan Bautista Soler, propietario del 37% del Valencia CF, y Juan Villalonga han entrado en un tiempo muerto tras las intensas reuniones celebradas a primeros de semana. Tal y como adelantó CincoDías el pasado sábado, Villalonga estaba preparando una oferta sobre el paquete accionarial de Soler con informes que estaba recabando el banco Espírito Santo, al que está vinculado profesionalmente.

El lunes los dos principales actores de la operación, acompañados de sus respectivos asesores legales, se reunieron en un céntrico despacho de la ciudad y llegaron a acercar bastante las posturas. Sin embargo, hay dos elementos clave que separan a Soler de Villalonga: El precio y la forma de pago.

Fuentes conocedoras de la negociación han explicado a este periódico que el valor de las 70.000 acciones que posee Soler es uno de los escollos básicos en estos momentos. Mientras que el promotor valenciano pide unos 70 millones de euros, que surgen de valorar a 1.000 euros, a los que habría que añadir un interés de algo más del 1% por pago a cuatro años, lo que arrojaría un total de 85 millones.

El máximo accionista del Valencia pidió ayer al club datos sobre su patrimonio

Esta cantidad es más del doble de lo que ofrece Villalonga, que habría puesto el límite en 35 millones de euros. Los cálculos que hace el ex presidente de Telefónica es que no todos los títulos que tiene Soler se compraron a 1.000 euros -de hecho, la mayoría los adquirió Bautista Soler, padre del actual máximo accionista- a unos 600 euros en su lucha por el control del club con Francisco Roig hace ya cinco años. Villalonga, además, ha planteado un pago a plazos, vinculando un mejor precio, al desarrollo de los proyectos urbanísticos que tiene en marcha el Valencia CF, en especial la finalización del nuevo estadio y la venta de las parcelas del Mestalla para su aprovechamiento urbanístico.

Otro aspecto que también está influyendo en la negociación es el tiempo. Soler tiene interés en vender y hacerlo pronto, aspecto que parece que Villalonga quiere aprovechar. De hecho, según las fuentes consultadas, en la reunión del lunes el abogado de Soler, Enrique Lucas, que se ha incorporado en este tramo a las negociaciones, pidió empezar a redactar documentos con los aspectos que se iban concretando, algo que fue rechazado por la parte compradora. Este hecho prácticamente precipitó el final de la reunión. Fuentes próximas a Villalonga no dudaron en asegurar que el proceso será más largo de lo que algunos preveían.

En los dos últimos días no ha trascendido ningún nuevo contacto ni variación de posiciones por ninguna de las dos partes. Sin embargo, según fuentes próximas al club, ayer Soler estaba recopilando información sobre el patrimonio que tiene la sociedad, especialmente de las parcelas de Mestalla y del nuevo estadio. Algunas fuentes apuntaban a que el máximo accionista podría estar preparando argumentos para defender su demanda económica, puesto que, al margen de la situación deportiva o social por la que atraviesa el club, Soler defiende que durante su mandato la entidad se ha capitalizado patrimonialmente de forma importante, con varias operaciones inmobiliarias. También es cierto que a ese patrimonio hay que descontar la deuda en la que ha incurrido el club en los últimos años, especialmente un préstamo de 200 millones de euros.

Pese a que oficialmente el Valencia CF y Soler siguen negando el proceso de venta de su paquete accionarial, el consenso del entorno es que este parón forma parte de la negociación y que cada uno lo está aprovechando para posicionarse ante futuros nuevos contactos. Existe, por tanto, el convencimiento de que Soler acabará vendiendo sus acciones y que, al menos de momento, el único en disposición de comprarlas es Villalonga.

El retraso y la incertidumbre sobre el desarrollo final de estas negociaciones pueden afectar a la preparación de la próxima temporada del club, ya que a la estabilidad social se unirá la económica, que sigue por resolver. De momento el Valencia ha fichado a un nuevo entrenador, el ex técnico del Almería, Unai Emery.

Un día frenético de reuniones

La jornada del lunes en Valencia fue frenética para Juan Villalonga. Al margen de la reunión con Soler, de la que el diario valenciano Superdeporte captó imágenes de las entradas y salidas del despacho donde se celebró, Villalonga también se reunión con altos cargos de la Generalitat Valenciana.Pese a que el ex presidente de Telefónica mantuvo un encuentro con el vicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, oficialmente esta reunión no existió.Villalonga parece buscar el beneplácito del Gobierno valenciano para una operación en la que el apoyo público puede ser determinante en algunos aspectos. Lo ha sido, de hecho, en el pasado. No en vano, la recalificación urbanística en urbanizable de un suelo rústico comprado por el club, conocido como Porxinos, se realizó con la connivencia del ejecutivo autonómico. El Ayuntamiento de Valencia, por su parte, también ha sido parte activa en todo el proceso de recalificaciones de solares y mejoras de edificabilidad en la operación de Mestalla y del nuevo estadio que se está construyendo.

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