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Combustibles

Los transportistas cifran en 2.500 millones la factura del alza del gasóleo

Los empresarios del sector del transporte han tenido que poner encima de la mesa durante el último año una cantidad extra cercana a los 10.000 euros por camión para hacer frente a la subida de los precios del combustible. Acuciados por este sobrecoste, se reunirán hoy para exigir al Gobierno ayudas para mantener en las carreteras la flota de 250.000 vehículos que gestionan.

Para que un camión de carga circule todo el año por las carreteras españolas es necesaria una inversión, sólo en combustible, de 50.150 euros, según el Observatorio de Costes del Ministerio de Fomento. Esta cuantía se ha incrementado de media en 9.702 euros desde abril de 2007, a cuenta de la escalada de los precios del petróleo y, más concretamente, la del gasóleo que estos vehículos utilizan.

Dado que la flota de camiones que cada día atraviesan España trasladando mercancías de un punto a otro del país está compuesta por 250.000 vehículos, según datos del sector, la factura a la que los transportistas habrán hecho frente estos meses por el encarecimiento del combustible estará próxima a los 2.500 millones de euros.

El sector se queja porque en España, al contrario de lo que sucede en otros países europeos, esa factura es abonada íntegramente por los transportistas y no es compartida por los cargadores. Así lo expusieron en su última reunión con los responsables del Ministerio de Fomento, a los que instaron a regular la obligatoriedad del recargo por precio del combustible en los contratos de transporte. Es una figura que hoy ya existe en la ley, pero que se utiliza de forma muy marginal.

El coste del carburante desactivó la mejora de la facturación en 2007

Amenaza de movilizaciones

Dicho recargo permitiría a los transportistas trasladar a sus clientes una parte del sobrecoste que les ocasione las fluctuaciones del gasóleo sin necesidad de modificar los contratos firmados. La tarifa firmada se mantendría, pero el transportista tendría la posibilidad de activar el recargo cuando el precio del gasóleo superara una determinada barrera.

æpermil;sta no es más que una de las muchas medidas que han planteado al Ejecutivo para protegerse de un fenómeno que, sólo el año pasado, se llevó por delante todo el incremento de facturación generado por el sector. Según la consultora DBK, el valor de mercado del transporte de mercancías creció durante 2007 en 2.300 millones de euros; una cantidad insuficiente para compensar el efecto negativo sobre el sector del alza del combustible.

Para la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), todas estas coordenadas permiten calificar la situación del sector del transporte de mercancías como de crisis. Motivo por el cual, los representantes de sus más de 32.000 asociados se reunirán hoy en Asamblea General para estudiar un calendario de medidas de presión que estimule al Gobierno a activar las iniciativas solicitadas por el sector lo antes posible.

¿Qué iniciativas? Algunas son ya de sobra conocidas como la reducción de impuestos para suavizar el coste del combustible para los profesionales.

Menos impuestos, tarifas mínimas...

Otras son más novedosas y tienen que ver con el interés de los transportistas por configurar un marco de competencia limpia y leal. El Comité Nacional del Transporte -el órgano multilateral que agrupa a todos las ramas del sector- ya ha solicitado al Gobierno el establecimiento de un sistema de tarifas mínimas para los contratos de transporte, de modo que ningún operador pueda ofrecer sus servicios por debajo de coste. Al parecer, no son pocos los casos de profesionales que aprovechan el encarecimiento del carburante para congelar tarifas como cauce para ganar cuota de mercado.

En esta línea de evitar el dumping, el Ministerio de Fomento puso en marcha ayer una campaña de control de peso sobre los vehículos de transporte de mercancías, que se extenderá hasta mañana. Se pretende sancionar los excesos de peso, que no sólo introducen una distorsión en el mercado (ya que ofrecen ilegalmente llevar la misma carga en menos camiones) sino que pueden provocar accidentes.

Sector en expansión

Cada vez son más los camiones que recorren las carreteras trasladando mercancías de un punto a otro del país. La facturación del sector creció un 7,5% en 2007 pese al deterioro de la situación económica tras el verano y ya supone el 3,7% del PIB.

El transporte urgente se blinda frente a los robos

Parece de película pero se ha convertido en uno de los problemas más difíciles de combatir para las empresas de transporte urgente de mercancías. Resulta que cada vez son más los asaltos en marcha que sufren sus vehículos. El modus operandi es siempre igual. Los cacos actúan de noche y en tramos de carretera con largas rectas. Mientras un primer coche pasa al vehículo que lleva la carga para mantenerlo a velocidad constante, un segundo auto (que circula con las luces apagadas) se sitúa detrás, abre los portones y vacía la carga. 'Se trata de auténticos profesionales', apunta el jefe de seguridad de una gran compañía del sector, que admite haberse topado con el escepticismo de las autoridades ante el problema. Desde ayer, el sector estudia en Zaragoza estrategias para detener un azote que se lleva el 2% de la facturación del sector.

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