Gallardón propone atraer 150.000 millones más de inversión foránea
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aprovechó ayer la fuerte marejada que se vive en el PP para presentar un proyecto de gobierno de centro reformista que, en su opinión, todavía está en condiciones de desarrollar el líder de su partido, Mariano Rajoy. Gallardón propuso atraer 150.000 millones de ahorro europeo para inversiones en España y emplazó a José Luis Rodríguez Zapatero a copiar la 'revolución socioeconómica' de la que, a su juicio, se ha beneficiado Madrid.
Como si se tratara de un discurso de investidura, intencionalidad que el propio alcalde negó, Alberto Ruiz-Gallardón se presentó ayer en el Foro organizado por Abc y Deloitte con un abultado racimo de propuestas de gobierno insertadas de lleno en la política económica. El máximo responsable del Ayuntamiento de Madrid propuso la reforma del servicio exterior para contribuir a atraer más de 150.000 millones de ahorro europeo para inversiones rentables, tarea que desde el Gobierno central debería acometerse, en su opinión, con un esfuerzo de 'inteligencia comercial e industrial'.
A juicio de Gallardón, el Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero debería haber reaccionado a tiempo, vendiendo mejor la imagen de España en el exterior, contra las campañas mediáticas que han sufrido algunos de los sectores más pujantes de la economía española, entre ellos el financiero, el turístico, el de servicios y el inmobiliario. El alcalde propuso un esfuerzo especial para atraer a España a cinco millones de jubilados europeos durante los próximos 15 años, lo que equivaldría, a efectos de PIB, a 250 millones de turistas.
La transición hacia un modelo económico diferente es una prioridad para el alcalde, quien recordó que si en los próximos 12 años España se incorporase a la misma 'revolución socioeconómica' que Madrid, el PIB se situaría en 35 billones de euros, lo que permitiría al país alcanzar el liderazgo europeo en renta por habitante. Para ello, defendió Gallardón, el objetivo número uno debe ser alcanzar el pleno empleo. En una crítica velada al actual debate económico que se libra entre los dos grandes partidos, el alcalde argumentó que 'no basta con debatir si dedicamos el superávit a malversarlo en una política asistencialista, que no social, o si lo empleamos en inversiones que produzcan un cambio estructural que mejore las condiciones de vida de los ciudadanos. Hace falta saber, además, dónde vamos y qué plazos nos damos para asumir nuestro papel como motor de Europa'.
Gallardón cree prioritario resolver la situación de dependencia energética que sufre España en un discurso coherente sobre cambio climático que no excluya ni la energía limpia ni la nuclear, 'máxime cuando hacemos absurdamente compatible nuestra moratoria nuclear con la importación de energía de origen nuclear de nuestros vecinos franceses'.
El de Gallardón es el primer discurso económico sólido que se escucha en el PP desde la pérdida de las legislativas de marzo. De forma más superficial, también habló ayer de economía el ex presidente del Gobierno José María Aznar. En una conferencia organizada por FAES, fundación que él preside, afirmó que 'cuando la arrogancia, el populismo y el sectarismo han dilapidado una herencia económica de la que ningún otro Gobierno español ha disfrutado, vuelve a ser urgente recuperar el impulso que permitió a nuestro país llegar sin retraso a su destino europeo'. Aznar se refirió veladamente a la crisis de su partido al apostar por un 'proyecto sin complejos', en el que se procure 'jugar con los mejores y tener la voluntad de llamarles y de agruparles sic en torno a un gran proyecto'. Manuel Fraga, presidente fundador del PP, dijo más tarde compartir esas palabras.
Nutrida representación empresarial y financiera
Entre los representantes del mundo de la empresa y las finanzas que acudieron ayer a escuchar el discurso de Alberto Ruiz-Gallardón figuran el presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez; el de Sacyr, Luis del Rivero; el máximo responsable de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán; el presidente de Martinsa, Fernando Martín; el de OHL, Juan Miguel Villar Mir; su homólogo en Reyal Urbis, Rafael Santamaría; el consejero de FCC Marcelino Oreja; el máximo responsable de Deloitte, Carlos González; el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, así como otros responsables de las principales entidades financieras.Además del discurso económico del alcalde, al que dio una proyección nacional, también tuvieron oportunidad de escuchar las principales aristas de su proyecto político. Gallardón expuso que hay dos caminos para que el PP vuelva a gobernar España. El primero, aguardar el desgaste del PSOE y mejorar la imagen del PP. 'Si somos consecuentes con ese camino', advirtió, 'pronto desembocaremos en el segundo, que nos sitúa en el espectro del centro ideológico que Aznar supo ocupar en las dos únicas elecciones generales que hasta hoy ha ganado el PP', recordó.El alcalde reivindicó un proyecto reformista de centro, se identificó con la apuesta que Manuel Fraga hizo en su día por José María Aznar, se mostró partidario de contar con los nacionalismos y expresó su convencimiento de que Rajoy, 'una persona cuyas decisiones no siempre han sido favorables para mí', es en estos momentos la persona idónea para liderar la tarea de oposición.