La Universidad Carlos III se impone a Harvard y Yale
Cuatro estudiantes españoles ganan la Liga de Arbitraje más importante del mundo.
La final se celebró en Viena el pasado 21 de marzo. Un millar de personas abarrotaban el salón principal de la Cámara de Comercio Federal de Austria: distinguidos abogados, catedráticos de las más célebres facultades de Derecho del mundo, estudiantes sobresalientes y una docena de ojeadores dispuestos a llevarse a casa las mejores cabezas del talento universitario internacional. Todos querían disfrutar del último día de competición, incluidos los finalistas.
A un lado, el equipo neoyorquino de Touro Law; al otro, Lucía Montes Saralegui, Silvia Martínez Sastre, Aída García Maguiña y Guillermo García-Perrote, los cuatro estudiantes de la Universidad pública Carlos III (Madrid) que defendían los colores de la bandera española en la más prestigiosa y celebrada liga internacional de arbitraje comercial del mundo, el Moot, como se conoce en Europa y Estados Unidos.
Cuando los jueces gritaron "¡Carlos III!", los saltos y vivas de los chicos y sus familias se dejaron sentir en toda la Cámara. Era la primera vez que ganaba un equipo español y era también la primera vez que los españoles arrebataban el trofeo a los americanos y alemanes. "La cita de Viena es la cumbre mundial del arbitraje a nivel formativo. Los que nos dedicamos a esta disciplina aprovechamos estos días para intercambiar experiencias y disfrutar con el quehacer de los jóvenes que despuntan en la competición. De hecho, los ganadores han regresado con ofertas de bufetes extranjeros. La victoria ha supuesto un importante espaldarazo para el arbitraje nacional" anunció ayer Bernardo Cremades, socio fundador del despacho que lleva su apellido y uno de los mecenas del equipo ganador.
'La victoria impulsa el arbitraje español en el mundo', dice Bernardo Cremades
Los estudiantes españoles llegaron a la capital austriaca con una dosis enorme de entusiasmo y una base jurídica a prueba de obstáculos. Fue este duro entrenamiento (ocho horas diarias durante cuatro meses) el que les permitió vencer a contrincantes formados en Harvard, Princenton y Yale (todos ellos integrantes de la prestigiosa Ivy League) entre otros importantes campus, y recordar a los árbitros en más de una ocasión, incluida la final, que el equipo contrario estaba equivocado. "Trabajamos tanto que aterrizamos en el Moot con 400 teorías sobre la forma de resolver el litigio. Al final, no encontramos ninguna argumentación que nos sorprendiera", explicó ayer Lucía Montes Salaregui.
Esas 400 teorías pretendían poner cerco a la controversia desatada entre un productor de vinos y su cliente, una cadena de supermercados de nacionalidad ecuatoriana. Y fue la fórmula que les aupó al pódium.
Los bodegueros, afincados en la cuenca mediterránea, habían vendido a su cliente 20.000 cajas de vino edulcorado con anticongelante. Sin víctimas y sin perjuicio para la salud pública, el caso no tenía secuelas penales y debía dilucidarse en un Tribunal de Arbitraje Internacional. Demandante y demandado habían acordado que fuese el Tribunal Arbitral de una ciudad llamada Danubia la que resolviese el conflicto en caso de litigio, pero el supermercado argumentaba que él, finalmente, había revocado esa parte del contrato. Exigía, por el contrario, que el asunto fuera remitido a los tribunales ordinarios.
Los estudiantes de la Carlos III han estado arropados en todo momento por los abogados David Ramos, profesor de Derecho Mercantil, y David Cairns, socio de Cremades. "Son ellos los que nos han enseñado a ser humildes, a trabajar en equipo y a probar nuestros límites. Sin ellos hubiera sido imposible ganar", dijo ayer Silvia Martínez Sastre. Y todos sus compañeros asintieron.
Silvia Martínez, 23 años. Estudia 6º curso de Derecho y Economía. Formada en el Colegio Santa Eulalia y el IES Mariano Quintanilla de Segovia, donde obtuvo Matrícula de Honor en el bachillerato de Ciencias Sociales, en el curso 2004/2005 disfrutó de una beca Erasmus en la Universidad de Warwick (Reino Unido).
Guillermo García-Perrote, 23 años. Estudia 5º curso de Derecho y Administración de Empresas. Cursó bachillerato en el Instituto Cardenal Herrera Oria (Madrid) y en 4º de la ESO decidió viajar un año a EE.UU. En la escuela americana Westland Christian obtuvo la máxima distinción. Tiene formación en inglés jurídico.
Aída García, 23 años. Estudia 5º curso de Derecho y Administración de Empresas. Realizó un curso escolar en Estados Unidos y otro en Francia durante el instituto. Y obtuvo Matrícula de Honor en el bachillerato de Ciencias Sociales. Ha disfrutado de la beca Erasmus en 2004/2005 (Freie Universität Berlin).
Lucía Montes, 23 años. Estudia 5º curso de Derecho y Administración de Empresas. Ha pasado por el colegio San Patricio de San Sebastián y estudió Bachillerato Internacional en el Instituto Usandizaga, con Matrícula de Honor. En 2007 estudió en la London School of Economics y ha sido becada por la CAM.
Un gran reto intelectual
El Willen C. Vis International Commercial Arbitration Moot es un concurso que persigue el fomento del derecho mercantil internacional y el arbitraje comercial como medio de resolución de conflictos. El Moot comienza en octubre con la publicación de un caso inventado (un contrato de compraventa cuya ley aplicable es la Convención de Naciones Unidas sobre Compraventa Internacional de Mercaderías), transcurre íntegramente en inglés y se desarrolla en dos fases consecutivas. La primera se inicia con la publicación del caso. Los equipos tienen un plazo de tres meses para preparar el escrito de demanda. Una vez enviados, los requerimientos se reparten entre todos los participantes. El primer contrincante de la Carlos III fue la Universidad de Moscú. A partir de ese momento y hasta enero, todos los concursantes trabajan en las alegaciones. Y entonces comienza la fase oral, que se celebra los días previos a Semana Santa. Aquí todos los grupos están obligados a defender en distintas rondas a demandante y demandado. "Lo que resulta muy estimulante desde el punto de vista intelectual", según Lucía Montes.