La justicia alemana exige compensar a un padre por el gasto de hijos bastardos
El Tribunal Supremo alemán dio ayer la razón a un hombre que exige la devolución de los gastos de crianza de tres niños cuco, que resultaron no ser sus hijos naturales y que ahora viven con su antigua esposa y el verdadero padre.
El término niños cuco es utilizado en Alemania, en referencia al pájaro que pone sus huevos en nido ajeno, para aquellos menores que son criados por padres engañados por sus esposas y que son fruto de una relación con otros hombres.
Los jueces dictaminaron que el demandante tiene derecho a reclamar del auténtico padre el dinero que lleva invertido desde hace años en los tres niños cuya manutención se ve obligado a seguir pagando, pese a no ser su verdadero progenitor.
La reclamación del hombre engañado había fracasado en instancias inferiores debido a que no se podían utilizar procesalmente los resultados de análisis genéticos que determinan la paternidad de los niños por la negativa de la madre y el padre verdadero, que han aprovechado un agujero legal.
El Tribunal Supremo señaló que, en casos excepcionales como el que les ha ocupado, se debe poder aceptar en los juicios las pruebas genéticas que determinan la verdadera filiación de los menores.