Los italianos deciden entre la continuidad de Berlusconi y el cambio de Veltroni
Los italianos han comenzado a votar en unas elecciones parlamentarias que podrían suponer el regreso al poder por tercera vez del favorito conservador, Silvio Berlusconi, para afrontar un profundo malestar económico y social. Su principal rival es el líder de centroizquierda Walter Veltroni, que se califica como el hombre del cambio, aunque sus promesas de modestos recortes fiscales y dureza contra el crimen son similares a las del multimillonario de 71 años.
Muchos de los 47 millones de votantes se muestran escépticos sobre la posibilidad de una recuperación económica y de la estabilidad política, cuando van a elegir al 62 gobierno desde el final de la Segunda Guerra Mundial, especialmente cuando la ley electoral dificulta la formación de gabinetes estables.
¢Me da igual quién gane. Solo quiero un gobierno que dure¢, dijo el profesor de 54 años Francesco Antonazzi al ir a votar en Roma cuando las urnas abrieron a las 8 de la mañana (06:00 GMT).
Las urnas permanecerán abiertas hasta las 3 de la tarde del lunes, y el resultado se conocerá unas pocas horas después.
El Gobierno de centroizquierda dirigido por Romano Prodi solo duró 20 meses antes de caer por el abandono de unos miembros de su amplia coalición, obligándole a dimitir en enero y anticipar las elecciones.
Berlusconi es el único político en 50 años que ha conseguido durar los cinco años de mandato como primer ministro, entre 2001 y 2006. Ahora encabeza los sondeos al frente del Partido para el Pueblo de la Libertad (PPL), con entre seis y nueve puntos de ventaja.
Veltroni, ex alcalde de Roma con 52 años y al frente del recién fundado Partido Democrático, espera convencer a los indecisos con un discurso de cambio que ha adoptado el lema de ¢Sí se puede¢ del aspirante a la candidatura demócrata en Estados Unidos Barack Obama.
¢Tengo fe en el Partido Democrático, pero no creo que el próximo gobierno vaya a durar más que el anterior¢, dijo Ruggero Bianchi, de 63 años, que hacía cola en un colegio de la capital.
Un país con la moral baja
La moral del país se ha visto sacudida por los problemas para encontrar un comprador a la aerolínea de bandera Alitalia, la crisis de las basuras en Nápoles, la alerta sanitaria por la mozzarella y las malas noticias para la cuarta economía de la Unión Europea.
El Fondo Monetario Internacional cree que el Producto Interior Bruto de Italia solo crecerá un 0,3% este año, y esto en un país que lleva años sin despegar y que tiene la tercera deuda pública más elevada del mundo en términos absolutos.
Pero la capacidad del ganador para llevar a cabo las reformas necesarias podría verse entorpecida por una compleja ley electoral aprobada durante el último mandato de Berlusconi, que dificulta lograr una mayoría clara en el Senado.
Las elecciones que el magnate perdió en 2006 contra Prodi fueron las más ajustadas de la historia moderna del país. El escaso margen podría obligar esta vez a cualquiera de los dos partidos -que esta vez han preferido ir en solitario en vez de en una coalición- a buscar un acuerdo con la miríada de formaciones menores. Ambos candidatos han negado que quieran formar una ¢gran coalición¢.
Por primera vez, los votantes tendrán que dejar los móviles en el exterior de las cabinas, para evitar un fraude relacionado con fotografías de los votos emitidos.