La T5 del aeropuerto de Heathrow funcionará con normalidad a partir del sábado
La terminal 5 del aeropuerto londinense de Heathrow comenzará a operar con normalidad a partir del próximo sábado, nueve días después de la apertura oficial en la que el bloqueo en el sistema de equipajes provocó la cancelación de cientos de vuelos y el extravío de decenas de miles de maletas.
British Airways, que esperaba revolucionar la velocidad de movimiento de los pasajeros, confirmó hoy que en 48 horas todos los aviones se regirán bajo los horarios programados, en lo que supondrá la primera jornada de normalidad de la terminal tras un caos que afectó a miles de pasajeros y que está dañando seriamente la imagen de la aerolínea y del propio operador del aeropuerto, BAA, del grupo español Ferrovial.
Así, el extravío masivo de equipajes, en muchas ocasiones confirmado tras dilatadas esperas, condujo a una anulación de operaciones encadenada para intentar afrontar las montañas de 28.000 maletas que se llegaron a acumular, según confirmó el propio Gobierno británico, frente a las 15.000 cifradas por BA, y que obligaron a enviar parte al aeropuerto de Milán para gestionarlas desde el continente por medio de una firma de mensajería.
No obstante, esta mañana la compañía anunció que el desastroso estreno de la terminal empezaría a reconducirse este fin de semana, con el cumplimiento de las previsiones, puesto que el número de vuelos programados es menor que en días laborables y permite un margen de maniobra mayor para el saturado sistema de equipaje, ideado para manipular 12.000 maletas por hora en los 18 kilómetros de cintas transportadoras con los que cuenta.
Actualmente, la plantilla de BA, que llegó a contar con 400 voluntarios adicionales para intentar agilizar la resolución de la crisis, se enfrenta unos 14.000 bultos que no volaron con sus propietarios, mientras que la compañía se sigue replanteando la posibilidad de dilatar la transferencia de sus vuelos de largo recorrido de la terminal 4, prevista inicialmente a finales de abril, para dar tiempo a normalizar plenamente la situación en las nuevas instalaciones.