GM supeditará el ajuste de Figueruelas al pacto europeo sobre externalizaciones
General Motors no tomará ninguna medida sobre el ajuste laboral en su planta de Figueruelas (Zaragoza) hasta concluir la negociación de un acuerdo marco sobre externalizaciones a nivel europeo.
General Motors (GM) responderá hoy oficialmente a las reivindicaciones formuladas por el comité de empresa, subrayando las garantías de que ningún trabajador se verá obligado a abandonar su puesto laboral. El excedente, una vez descontadas las bajas vegetativas, queda reducido a 864 trabajadores.
Según informaciones contrastadas por CincoDías, la multinacional automovilística también comunicará hoy que considera a la planta aragonesa como una plataforma básica de su plan industrial. Esta concepción viene avalada por las garantías sobre la fabricación de la nueva generación del Meriva hasta 2015, del Corsa hasta 2012 y del Combo hasta 2011.
El nuevo modelo de externalizaciones, negociado a nivel europeo, se convierte en pieza básica para el futuro de las plantas europeas de GM y, especialmente, para la zaragozana. La fuerte competencia ha hecho necesario que las fábricas se concentren en el montaje final, sacando fuera de ella las actividades complementarias.
Figueruelas, que inició su actividad hace 26 años, incorporó líneas que respondían al modelo productivo de entonces y de las que se desprendieron las plantas más modernas. De lo que se trata ahora es de conseguir un método productivo cuyos costos se ajusten al mercado.
En este contexto, la planta aragonesa se verá obligada a ir reduciendo, progresivamente, su plantilla por la vía de la externalización. æpermil;sta es una exigencia impuesta por el mercado, a la que se están acomodando todos los grandes fabricantes mundiales.
El mensaje que la empresa pretende transmitir es doble. Por un lado, su voluntad de que los ajustes sean lo menos traumáticos posible. Por otro, que no es tan importante producir mucho como lograr que el coche sea un producto competitivo para hacerse un hueco en el mercado.
Bajas incentivadas
La consideración de las externalizaciones a nivel europeo tiene para Figueruelas otras importantes consecuencias. Por una parte, la articulación de una bolsa de bajas incentivadas que puede reducir el número de trabajadores afectados por la salida de actividades. Por otra, la consideración de los ajustes en un contexto global, en el que la planta zaragozana puede hacer valer su brillante trayectoria al ser comparada con el resto.
Los problemas actuales están aflorando nuevos comportamientos inducidos por la globalización. Por primera vez, todos los sindicatos se han puesto de acuerdo para defender conjuntamente una plataforma de mínimos en el futuro convenio. También la empresa afronta su proyecto de externalizaciones de una forma global, a nivel europeo.
Cada una de las partes está construyendo su particular modelo de cluster para actuar en un mercado donde es necesario unir las fuerzas. En este conflicto, Figueruelas vuelve a poner en juego su modelo de concertación. De momento, retrasar la aplicación del ajuste laboral hasta que concluya la negociación para un acuerdo marco europeo sobre externalizaciones supone un respiro y una señal esperanzadora para Figueruelas.
Ruptura del acuerdo salarial pactado en 2005
La 'plataforma de mínimos' suscrita por todos los sindicatos con representación en el comité de empresa para la negociación del convenio contempla la ruptura del 'acuerdo del Meriva' sobre subidas salariales. Según este compromiso, pactado en noviembre de 2005, el incremento se establecía en el 50% del IPC para los años 2008, 2009 y 2010. Sin embargo, las centrales consideran que la situación actual diferente, por lo que está justificada la exigencia de un punto sobre el IPC para los próximos dos años.Para el presidente del comité de empresa, Juan Arcéiz (UGT), 'es la primera vez, en la historia de la fábrica, que se produce la unanimidad entre los sindicatos. Ello demuestra una alta capacidad negociadora'. Y es que, para alcanzar el acuerdo, han debido aparcarse los aspectos más problemáticos: el ajuste laboral y la respuesta a las externalizaciones. Ambas cuestiones quedan supeditadas a una negociación específica con la empresa. Y ahora, pendientes de un acuerdo marco europeo, que deberá definir el nuevo modelo.