El euro se cambia a 1,55 dólares por el pesimismo sobre EE UU
Vértigo. En el mercado convivían ayer la profunda desconfianza sobre el sector crediticio, el pesimismo acerca de la economía de EE UU y la certeza de que la Fed actúa cuando el mercado lo pasa mal. El resultado fue positivo para las Bolsas y negativo para el dólar, que marcó mínimo en 1,55 unidades por euro.
Hace sólo una semana, cuando el euro superó los 1,5 dólares, los analistas señalaban que el próximo objetivo estaba en los 1,55. Hoy habrán tenido que rehacer los cálculos. La moneda estadounidense, en plena espiral bajista, perdió ayer esta cota en un mercado vertiginoso, en el que el petróleo y el euro marcan récords uno tras otro mientras la Bolsa vive de la respiración asistida de la Fed.
El mínimo del dólar borró la tímida recuperación del martes, pues el mercado encuentra pocos alicientes en la moneda de un país al borde de la recesión, con tipos al 3% y a la baja y con déficit comercial. El mercado espera que el próximo martes la Fed baje los tipos alrededor de medio punto, incluso tres cuartos.
La Bolsa es otra cosa. Se deja seducir más fácilmente, y la intervención de la Reserva Federal el mismo martes aún tenía ayer recorrido. Un 0,58% subió el Ibex, menos de la mitad que en el mejor momento de la sesión. Europa, no obstante, subió más. Un 1,14% en el caso del Euro Stoxx 50 y hasta el 1,5% en el Cac francés. Ello se explica con la mejora del sector financiero, debida a su vez a la intervención de la Reserva Federal. El índice Euro Stoxx de banca ganó el 2,32%, mientras en España los dos grandes se quedaron en el entorno del 1,5%.
Mejor marcharon compañías de mediana capitalización como Martinsa-Fadesa, que ganó el 10%, Colonial -el 15% gracias a que, al fin, llegó la opa de Dubai-, Zeltia o Tubos Reunidos. El volumen de negocio mejoró hasta superar los 5.000 millones de euros y el Ibex regresó a los 13.100 puntos.
Con todo, los expertos siguen siendo muy cautos. De hecho, la encuesta de sentimiento inversor de la publicación especializada Investors Intelligence mostraba la semana pasada la peor lectura desde la crisis de 1998: La proporción de comentarios bajistas creció al 43,3%, según Bloomberg. El porcentaje de optimistas es del 31,1%, el más bajo desde 2002, y es también la primera vez desde octubre de ese año que los bajistas son mayoría. Así, Wall Street cerró ayer ligeramente a la baja: el S&P 500 perdió un 0,9%, aunque llegó a ganar ese mismo porcentaje.
Claves de un mercado muy nervioso
1 La intervención de la Reserva Federal no sólo inyecta liquidez; también permite a la banca canjear por deuda del Tesoro títulos que no tienen valor de mercado a fecha de hoy. Eso, más que las perspectivas de caída de tipos, ha desatado las subidas del mercado, pues puede contribuir a aliviar los problemas de solvencia de las entidades que tienen este tipo de activos.2 Con todo, el índice de riesgo crediticio iTraxx sigue en zona de máximos. Este indicador mide lo que cuesta comprar la protección frente a impagos de una cesta de valores de deuda empresarial. Ayer regresó a la zona de los 600 puntos. En los peores momentos del verano pasado nunca alcanzó la cota de 500. Sobre 400 se considera ya la zona crítica.3 Bear Stearns, uno de los mayores bancos de inversión estadounidenses, lleva desde el lunes siendo objeto de rumores. Cayó el 11% en dos días por las especulaciones sobre sus posibles problemas de liquidez. Ayer el consejero delegado de la entidad, Alan Schwartz, señaló que la posición de liquidez de la entidad sigue siendo de 17.000 millones de dólares. Las acciones subieron.4 La próxima referencia estará en los datos de inflación de Estados Unidos. Mañana se conoce el IPC de febrero. Los analistas esperan que la inflación crezca el 0,3% hasta el 4,3%, debido a los precios de los combustibles. El alza de los precios puede trastocar las expectativas del mercado sobre la próxima reunión de la Reserva Federal, que se celebrará el martes 18.