Un barco propio sin arruinarse ventas en auge
Nuevas fórmulas de financiación popularizan la náutica
Aspirar a surcar los mares en una embarcación propia sin arruinarse ya no es un sueño al alcance de unos pocos. En los últimos años se han creado diversas fórmulas de financiación que se adaptan a las diferentes necesidades de los compradores. El leasing con opción de compra o la hipoteca náutica son algunas de las opciones que, con motivo del Salón Náutico de Madrid que se celebra estos días en Ifema, ha recopilado la organización del certamen.
El leasing se ha convertido en una de las formas más rentables de adquisición de un barco. Originario de Estados Unidos, la medida consiste en el alquiler de la nueva embarcación con opción a compra cuando finaliza el periodo de arrendamiento.
Esta fórmula puede resultar más barata que el pago al contado, dado que el tipo impositivo de IVA varía de un país a otro. Por ello es clave saber elegir el leasing del país europeo que resulte más conveniente para la compra. En el caso de un barco con eslora menor a 12 metros, es más económico el leasing francés, cuyo IVA se sitúa en el 9,8%. Para las embarcaciones de gran eslora, el país más adecuado para adquirirlas en leasing es Italia, puesto que en este país se grava menos IVA cuanto más grande es el barco. Así el tipo para las embarcaciones de entre 12 y 16 metros de eslora varía entre el 10% y el 9,8%. España, al contrario, grava todos sus barcos con un 16%.
Entre las empresas que ofrecen esta opción se encuentra CG Mer, presente en el Salón Náutico. La duración de este tipo de leasing varía entre los tres y los diez años.
Una opción especialmente adecuada para compras por precios superiores a los 30.000 euros es la de las hipotecas náuticas. Como ocurre con las hipotecas inmobiliarias, se trata de un préstamo con tipos de interés muy competitivos pero que genera también gastos adicionales como los notariales de escritura y los de registro.
El préstamo naval no implica estos gastos adicionales pero tiene unos tipos de interés más elevados. Su principal ventaja es que, a diferencia de las hipotecas, no requiere aportar una entrada y por lo tanto se puede financiar la compra al 100%. Por último, el posible comprador debe tener en cuenta los otros gastos que conlleva la propiedad de un barco, como el impuesto de matriculaciones -para esloras mayores de ocho metros-, el seguro, cuyo precio varía entre los 600 y los 2.000 euros y los amarres, con un coste mínimo de 350 euros para embarcaciones de unos 12 metros. En caso de adquirir un barco de segunda mano, el comprador deberá también desembolsar un 4% del valor.
Ventas en auge
En el primer semestre de 2007, el total de altas de embarcaciones de recreo ascendió a 5.510 unidades, lo cual supone un crecimiento del 10% respecto al mismo periodo de 2006, según el último informe de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas.Las embarcaciones de vela han sido las más demandadas en este periodo y tuvieron un crecimiento por encima del 200%, aumentando su cuota del 3% al 10% del total de las embarcaciones. Entre ellas, las más vendidas son las de más de 7,5 metros de eslora.Las ventas de embarcaciones rígidas también crecieron, un 55% respecto a 2006, sobre todo las de más de 12 metros de eslora. Tan sólo las embarcaciones neumáticas parecen haber perdido adeptos, dado que en el periodo analizado redujeron su número altas en un 7%.