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Elecciones 2008 Retos

5. Mejorar el empleo, los salarios y regular la inmigración

El recorte de la temporalidad y una mayor productividad serán fundamentales

Uno de cada tres trabajadores asalariados sigue teniendo un contrato temporal. Ninguna de las reformas laborales hechas hasta la fecha ha logrado recortar sustancialmente la barrera psicológica del 30% de tasa de temporalidad. Bien es cierto que en los últimos años se ha observado que es el sector público y, sobre todo, los ayuntamientos, el culpable de que las mejoras de la estabilidad en el empleo en las empresas no salgan a la luz.

En cualquier caso, aumentar la estabilidad del empleo de cinco millones de trabajadores con contrato eventual deberá volver a estar en la agenda del nuevo Gobierno. ¿Cómo?. Está claro que normativamente poco podrán hacer de forma unilateral los futuros responsables del Ministerio de Trabajo, ya que si en algo coinciden todas las partes implicadas es en que ninguna reforma laboral tendrá éxito si no cuenta con el consenso de la patronal y los sindicatos.

Por ello, una de las primeras cosas que probablemente hará el nuevo Ejecutivo será convocar a los interlocutores sociales para abordar este y otros temas de la nueva hoja de ruta del diálogo social.

El Gobierno deberá gestionar la nueva bolsa de inmigrantes irregulares

Entre el resto de asuntos que tendrían que abordar será qué hacer con la nueva bolsa de inmigrantes irregulares que vuelve a haber en España. Según distintas fuentes, este colectivo de trabajadores sin papeles oscila entre 400.000 y un millón. Junto a ello, los nuevos responsables gubernamentales deberían tender a fijar una gestión estable de los flujos migratorios para los próximos años, primando las necesidades del mercado laboral, sobre todo de las demandas de profesionales más cualificados, en las entradas de extranjeros.

La revalorización del salario mínimo interprofesional, fijado ahora en 600 euros, es otra asignatura pendiente. La experiencia de los últimos años indica que ningún gobierno ha aplicado una fórmula estable para revalorizar esta renta mínima. Quizás la legislatura que ahora arranca sería un buen momento para hacerlo; y que la revalorización del salario mínimo dejara de instrumentalizarse políticamente.

Dicho todo esto, el gran desafío en materia de empleo será que la economía en general y, en particular las empresas, den un impulso definitivo a la mejora de la productividad. Para ello, será imprescindible poner en la parte alta de la lista de inversiones, la mejora de la cualificación del capital humano y un mayor uso del capital tecnológico. Esto se traduce en dar mayor importancia a la formación de los trabajadores a lo largo de toda la vida laboral, para lo que habría que rediseñar el actual sistema de formación continua, que sigue sin ser efectivo. Las empresas dejan de gastar aproximadamente la mitad de lo que les corresponde cada año para formar a sus empleados.

En este sentido, el Gobierno deberá enfrentarse al reto de impulsar una mayor vinculación entre el mundo universitario y los planes de formación profesional y las necesidades reales de las empresas.

Finalmente, el único capítulo del diálogo social de la pasada legislatura que quedó sin terminar fue el correspondiente a la modernización de los Servicios Públicos de Empleo dependientes de las comunidades autónomas. Asimismo, el Ejecutivo deberá abordar con toda seguridad las demandas de competencias de algunas regiones, como la catalana, que quiere gestionar la Inspección de Trabajo. En este terreno, el desafío, sin embargo, será reforzar este organismo vigilante en toda España.

Las opiniones

CEOEDebe mejorarse la capacidad de adaptación de empresas y trabajadores a los nuevos escenarios que permita a las empresas competir en igualdad de condiciones con sus iguales en Europa.También se debe procurar una evolución de los costes laborales y de los modelos de financiación de los salarios, acorde con las exigencias impuestas por la competencia internacional, de forma que no obstaculice la competitividad empresarial, el crecimiento y la evolución del empleo.CC OOEl cambio del modelo productivo hacia ramas de actividad con mayor valor añadido debe ser el objetivo a medio plazo para generar empleo. La coordinación de todos los niveles de gobierno (Central, Autonómico y Local) defendiendo y potenciando un mercado laboral único, no dividido en compartimentos estancos, es un elemento imprescindible; no sólo en esta tarea sino en el resto de los importantes retos que tiene la sociedad española, aseguran los responsables del principal sindicato del país.UGTHabrá que promulgar otra Ley General de Empleo, que promueva el empleo de calidad, la igualdad, la seguridad y unas relaciones laborales equilibradas y participativas; que potencie las políticas activas; los servicios públicos de empleo, y su coordinación entre las Administraciones Públicas. Debe existir una estrategia global de empleo que mejore el modelo productivo y el social. Y se necesitará una Ley Integral de Siniestralidad Laboral, que fije un único orden jurisdiccional (el social), una estandarización de las lesiones y un baremo de las mismas.

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