Nuevos máximos para el petróleo, el euro y el oro
Niveles récord. El barril West Texas ha alcanzado los 103 dólares, el euro ha superado los 1,52 dólares y el oro también traspasa barreras al cambiarse a 976 dólares.
El crudo, el euro y el oro están alcanzando al unísono nuevas cotas. El precio del petróleo, que ayer se relajó levemente, abrió hoy de nuevo en máximos tras la ruptura de un oleoducto en Ecuador y la variedad Texas marcó nuevo récord al alcanzar 103,05 dólares por barril. Sin embargo, al cierre se situó en los 101,84 dólares el barril.
El Brent, mientras tanto, ha cerrado por encima de los 100 dólares, tras haber superado, de nuevo, los 101 dólares, debido a la debilidad del dólar y a la preocupación del mercado de cara a la reunión de la OPEP. El barril de Brent para entrega en abril acabó en 100,10 dólares en el International Exchange Futures.
Por su parte, el euro, que ayer se disparó tras la publicación del Producto Interior Bruto (PIB) estadounidense, ha marcado hoy un nuevo máximo histórico en 1,5238 dólares, si bien al cierre se situó en 1,5183 dólares.
El PIB de Estados Unidos creció un 2,2% en 2007, lo que supone una desaceleración de siete décimas respecto al dato de 2006 y su menor ritmo de crecimiento en cinco años, tras sufrir una fuerte desaceleración en el cuarto trimestre, en el que creció un 0,6%, frente al 4,9% registrado en el tercer trimestre, según los datos publicados ayer por el Departamento de Comercio.
La fuerte desaceleración sufrida por la economía estadounidense en el cuarto trimestre refleja principalmente la caída en las inversiones de las empresas y la desaceleración de las exportaciones de EE UU, así como la bajada del consumo personal y el menor gasto por parte de las autoridades federales, que se vio parcialmente compensado por una disminución de las importaciones y el mantenimiento del gasto público por parte de las autoridades locales.
El precio de la onza de oro también marcó hoy un nuevo récord en Londres al cotizar a 976,32 dólares por la debilidad del dólar y por la previsible nueva bajada de tipos de interés en Estados Unidos.