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Automoción

Figueruelas se enfrenta a la externalización

La planta de GM está ante un proceso inexorable que irá reduciendo su plantilla.

La mayor planta de General Motors en Europa está en Figueruelas, a las afueras de Zaragoza. Allí, su cadena de montaje funciona a tres turnos que proporcionan una cadencia diaria que a cierre de 2007 se situaba a 2.050 vehículos por día. En esta boyante fábrica, el icono industrial estadounidense tiene previsto eliminar unos 900 puestos de trabajo con un plan de bajas voluntarias. La noticia ha levantado las iras de Aragón y de los sindicatos, que no comprenden por qué una fábrica que atraviesa uno de sus mejores momentos ha de sufrir un recorte que se suma a los 618 eliminados en 2005.

Con la medida, GM persigue ajustar más sus costes en Europa, región en la que registró un resultado bruto negativo de 301 millones, según datos de GM comunicados al regulador estadounidense. Esta situación se une a las pérdidas de aproximadamente 26.000 millones registrados por la corporación en 2007, que motivaron la oferta de bajas a 74.000 empleados a tiempo parcial en EE UU y que se unen a las oleadas de bajas anteriores.

'Vamos a buscar continuas mejoras en la eficiencia en el negocio; encontraremos la forma de llevarlo a la práctica. No habrá grandes cifras en un solo sitio, pero sí pequeños retoques en muchos', anunció el presidente de la filial, Carl-Peter Foster, en enero en Detroit. Dicho y hecho. En Europa, el excedente laboral afecta a 5.574 trabajadores. Para absorber este contingente, hay dos salidas: cerrar una fábrica o repartir la carga entre todas.

La primera de estas opciones no puede ser aceptada por los sindicatos, porque el cierre de una fábrica, en la práctica, representa el desmantelamiento industrial de una comarca. En Figueruelas, por ejemplo, auxiliares y proveedores aportan más empleos que la propia factoría y todo el entorno depende de ella. Tampoco encaja esta solución en los planteamientos de la empresa, al ser GM es una compañía global inmersa en un proceso de reestructuración general.

Al aplicar la segunda opción, se da la paradoja de que las fábricas con mayor volumen productivo, donde se ha concentrado la actividad, son las que más sufren. Un impacto que no es nuevo y que tiene una raíz más profunda. La explicación está en el propósito de los rectores de GM de restringir la actividad de sus plantas al montaje final, externalizando el resto de tareas. Así lo ha repetido el presidente, Rick Wagoner argumentando que hay que 'concentrarse en la fabricación de automóviles'. 'Es lo mejor que sabemos hacer'.

Entonces, ¿da igual que una fábrica funcione bien o mal a la hora de recortar empleos? Para responder a esta pregunta, basta con mirar los casos de Bochum y Figueruelas. La planta alemana, hasta hace poco, tenía más trabajadores que la aragonesa y hoy quedan 3.000 frente a los casi 8.000 de Zaragoza. Amberes y Bochum recortarán más empleos que Figueruelas (1.150 y 1.050 frente a 900). Las plantas que no se adjudican las nuevas generaciones de modelos sufren, más temprano que tarde, fuertes pérdidas de empleo. Además, el desvío de las inversiones oscurece su futuro.

Pero tampoco Figueruelas podrá mantenerse al margen de la reestructuración impulsada por GM. La planta acabará quedándose con los trabajadores necesarios (entre 4.000 y 5.000, según diversas fuentes) para el montaje final de vehículos. Esta dinámica no es nueva, porque las externalización es tan antigua como la propia fábrica y, en sus 25 años de vida, han salido ya cerca de 2.000 empleados. En realidad, es el mercado y no las empresas quienes marcan las reglas de juego.

En este contexto, los sindicatos deberán enfrentarse al nada fácil reto de asegurar las mejores condiciones para los trabajadores externalizados. En las crisis anteriores, GM ha actuado, y así se le ha reconocido, como una empresa socialmente responsable. La compañía asegura que ésta será la orientación que rija el nuevo plan de recortes anunciado la semana pasada.

El 28 de febrero comienza el contacto entre empresa y sindicatos

¦bull; La compañía ha fijado el próximo 28 de febrero para comenzar a tratar con los sindicatos las condiciones del plan de bajas, que afectará a unas 900 personas.¦bull; Un portavoz de la compañía afirmó la semana pasada que en todo caso, General Motors llegará a acuerdos que sean 'socialmente responsables'.¦bull; General Motors aplicó en 2005 otro plan de bajas en la factoría, como parte de un plan de reestructuración del negocio europeo anunciado en octubre de 2004. Entonces salieron de la planta más de 600 personas.¦bull; Este anuncio se produjo apenas una semana después de que el presidente de la filial española, Antonio Pérez Bayona, anunciase su jubilación.¦bull; Su sustituto será el polaco Romek Rytwinski, hasta ahora director general de GM Polonia. Figueruelas ganó hace dos años la adjudicación del Meriva a la planta polaca.

La de mayor capacidad productiva

A pesar de los recortes, la instalación industrial de Figueruelas seguirá siendo la planta con mayor capacidad productiva de General Motors, al menos en Europa. Y, sobre todo, la que tiene asegurado, por lo menos a medio plazo, su futuro, porque las cuantiosas inversiones realizadas en los últimos ejercicios (550 millones en los últimos tres años) para fabricar simultáneamente tres modelos (Corsa, Meriva y Combo) desaconsejan, en tiempo de crisis y escasez de recursos, montar una estructura similar en otra parte.Ese, según las fuentes consultadas, es un dato objetivo hoy, pero no lo será siempre. Porque, como acostumbra a decir el todavía presidente de GM España, Antonio Pérez Bayona, 'el futuro hay que ganárselo día a día'. Pérez Bayona se jubilará en abril.

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