En lateral, sólo cuenta la salida
En un número de hace algunos años de la revista 'Papeles del Este', de la Universidad Complutense de Madrid, encontré una anécdota curiosa. Se refería a un ministro inglés de Asuntos Exteriores de finales de los años sesenta. El político se encontraba en una recepción diplomática y se le comunicó que debía abrir el baile, por ser el personaje de mayor graduación política. Mr. Brown, que así se apellidaba, al estar un tanto animado por alguna copa que otra, se levantó muy deprisa y, dirigiéndose a la que él creía era una buena pareja de baile, dando un traspiés le dijo: 'Preciosa señorita del traje escarlata, ¿tendría el honor de compartir conmigo este primer vals?'
La otra persona le contestó, con clara voz masculina: 'De ninguna de las maneras señor. En primer lugar, porque está usted bebido; en segundo lugar, porque esto no es un vals sino el himno de Venezuela; y en tercer lugar, porque no soy ninguna señorita de traje escarlata, sino el nuncio apostólico de su Santidad'.
Llevamos 24 sesiones donde es muy fácil que en Bolsa confundamos un vals con el himno de Venezuela, como el despistado Mr. Brown. Hemos entrado, como refleja el gráfico adjunto del futuro del Euro Stoxx, en una figura técnica muy compleja. Como vemos, un duro y riguroso movimiento lateral. Dentro del rango lateral se dan bandazos sin la más mínima lógica, y durante la semana se ha subido con noticias muy malas. Sería un error, y podríamos confundir los términos, si sacamos demasiadas conclusiones de ello. El mercado lateral no indica nada. Sólo importa cómo se sale de él. En un mercado lateral A medio plazo se sigue siendo bajista, y no hay que ponerse contra la tendencia. Lo mínimo que tiene que pasar para dejar de pensar en esto es romper al alza.
La fe del mercado en la Reserva Federal es lo que sostiene las cotizaciones
Ahora mismo el mercado es un juego psicológico. Es una partida de ajedrez, blancas contra negras, dentro de un tablero pequeño. Seguimos en tablas, en cualquier momento la partida se podría decantar de un lado. Con la volatilidad que hay, si nos pilla en contra la salida del lateral, podemos tener mate en tres jugadas.
En el fondo al mercado le sostiene la fe en la Fed, que apuesta por hacer lo que sea para salvar al mercado y dice estar tranquila respecto a la inflación. Es cierto que la inflación baja cuando el crecimiento cae. De hecho, casi siempre ha pasado así. Pero en esta ocasión tenemos a las materias primas volando y, sobre todo, al petróleo en el entorno de 100 dólares. Es una situación diferente. El charco en el que EEUU puede entrar como las fuertes bajadas de tipos hagan que la inflación se salga de su cauce puede estar lleno de lodo. Mientras, la crisis de crédito no muestra mejoría.
Es un momento complejo, pero el mercado no siempre es razonable. Si se sale del lateral por arriba, ya encontraremos excusas para hablar del nuevo amanecer; si se sale por debajo, las mismas cosas nos darán pie a hablar del apocalipsis. Y todo puede depender de qué línea de las horizontales del gráfico superior caiga primero... Eso sí, hay que asegurarse de que se rompen; las manos fuertes a veces son maestras en hacernos confundir el himno de Venezuela con un vals.