El sector naval presiona a la CE para frenar a un astillero coreano
El sector naval está presionando a Bruselas para que impida al astillero surcoreano STX hacerse con el control de su rival europeo Aker Yards. Los constructores del Viejo Continente temen que la firma asiática aproveche la operación para introducirse en el mercado de los grandes cruceros, un tramo de actividad que todavía domina Europa gracias al elevado grado de sofisticación tecnológica que requiere.
La operación está siendo investigada en profundidad por la Comisión Europea, para verificar su impacto en la competencia. Bruselas dispone de plazo hasta el 15 de mayo para dar su veredicto, no de sus competidores europeos.
El departamento de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, ya ha expresado su temor a que la compra mantenga la estructura oligopolística de un mercado dominado controlado por Aker, de origen noruego, la italiana Fincantieri y la alemana Meyer. Bruselas cree que STX podría disponer pronto de la tecnología necesaria para competir con esos tres astilleros.
La industria europea y la clase política de algunos de los países afectados, en especial, Francia, intenta convencer a la Comisión para que tenga también en cuenta en su análisis las supuestas ayudas ilegales de que se benefician los astilleros coreanos.
En España, STX, el cuarto mayor astillero de Corea, tiene como cliente al grupo naviero Elcano, que el año pasado le encargó un gasero por un importe de 160 millones de euros.