Altadis concretará en junio el plan de ajuste de plantilla y fábricas
Imperial Tobacco ya ha puesto fecha límite al análisis de su recién adquirida Altadis. La tabacalera británica se reunió ayer en París con los representantes del comité de empresa europeo de la hispano-francesa a quienes trasladó su intención de comunicarles en el mes de junio su futuro plan estratégico, según señalaba ayer un representante de CC OO, ya que el estudio de los activos del propietario de Fortuna se prolongará a lo largo de cinco o seis meses. 'Imperial lleva poco tiempo, sus análisis aún están en fase inicial', apuntaban fuentes sindicales.
La reunión de los representantes de los trabajadores con el consejero delegado de Imperial, Gareth Davis tuvo un carácter 'rutinario'. 'Fue protocolaria', aseguraron los sindicatos. A la reunión no asistió el nuevo presidente de Altadis, Robert Dyrbus, pero sí contó con la presencia de la responsable de recursos humanos de Imperial Tobacco y miembro del consejo de administración de Altadis, Kathryn Turner.
El máximo responsable de la británica reiteró a los trabajadores la intención de la compañía de mantener las tres divisiones de Altadis: cigarrillos, cigarros y logística, como ya había asegurado la tabacalera a lo largo del proceso de compra.
En el aire queda el futuro de las fábricas que suman ambas sociedades, ya que Gareth Davis reconoció tras la conclusión de la opa que el número de plantas de las dos tabacaleras puede ser excesivamente amplio: suman 58 fábricas, de las que 27 corresponden a Altadis.
En España están localizados cinco centros de producción, entre ellos las dos fábricas de cigarrillos en Alicante y Logroño. Entonces, Davis aseguró que la reorganización se llevaría a cabo con respeto y que los empleados serían los primeros en conocer las posibles consecuencias de la reestructuración.
Por otra parte, Imperial manifestó ayer su confianza en mantener el estatus quo de Corporación Habanos, la joint venture de Altadis con el Estado cubano, tras la renuncia ayer de Fidel Castro a permanecer en la presidencia del régimen y a continuar ejerciendo como comandante en jefe de la isla.