Telefónica congela la emisión de bonos tras 25 colocaciones en dos años
Una de las compañías más activas en los mercados de bonos se ha retirado. Telefónica ha frenado en seco las emisiones después de 25 colocaciones en 24 meses. Las condiciones del mercado han triplicado el coste de la financiación, pero la operadora ha conseguido refinanciar su deuda a tiempo y tiene recursos para mantenerse tres años al margen si lo desea.
Telefónica acudió al mercado de bonos por última vez en agosto del año pasado, con el tramo final de la emisión con la que se estrenó en la divisa japonesa, el yen. Entonces pagó una prima de 49 puntos básicos sobre el tipo de referencia, suficiente para que los inversores sobresuscribieran ampliamente la oferta.
En los seis meses escasos que han pasado desde ese momento la situación ha dado un giro radical. Los mercados han entrado en una crisis de liquidez y confianza mundial, y el mejor ejemplo de ello es que a Telefónica, según sus propios cálculos, repetir ahora la emisión de agosto le costaría el triple: debería pagar 150 puntos básicos y ni siquiera así está claro que pudiera atraer tantos fondos como entonces.
El resultado es que nadie que no tenga la absoluta necesidad acude voluntariamente al mercado de bonos, y Telefónica no es una excepción. Aunque quizá resulta más llamativa su ausencia que la de otros, entre otras cosas porque ha protagonizado 25 emisiones entre 2006 y 2007, con colocaciones distintas o en varios tramos a vencimientos diferentes dentro de una misma venta en euros, dólares, coronas checas, libras y yenes.
El frenazo en seco que supone la retirada de una de las compañías más activas de los últimos años tiene varias explicaciones. Y una de ellas es que Telefónica consiguió refinanciar la abultada deuda que amasó con la compra de O2 -26.000 millones de euros- y otras operaciones menores, justo antes del estallido de la tormenta financiera.
Estas apelaciones lograron aplazar los vencimientos más inmediatos de la deuda y aplanarlos -menos cantidad cada año- a lo largo de más tiempo. Para este ejercicio, por ejemplo, los compromisos de pago por pasivo han pasado de ser 19.500 millones a 2.700 millones.
Puesto que la previsión de Telefónica es alcanzar un flujo de caja libre de 40.000 millones entre 2007 y 2010, la compañía tendría disponibles 10.000 millones al año. Las prioridades de gasto de este excedente son la retribución al accionista, las adquisiciones y el repago de deuda. A la primera están destinados menos de 5.000 millones y las segundas serán puntuales, de forma que, según estiman fuentes de Telefónica, quedan unos 5.000 millones para cumplir con los pagos de vencimiento de pasivo.
Con estos fondos, Telefónica puede afrontar sin problema los pagos de 2008, 2009 y 2010, así que no tendría por qué acudir al mercado en tres años si no lo desea, aunque en ningún caso el periodo no será tan amplio.
Por supuesto, la compañía podría seguir refinanciando y ampliando vencimientos, pero el mercado está caro y los propios bancos desaconsejan a Telefónica esta opción. La compañía está cómoda con su perfil de vencimiento, según fuentes de la operadora. Sólo se volverá cuando escampe.
Una opción sólo para obligados
La venta de bonos de compañías en Europa no supone ni un tercio de lo que era hace un año, según los cálculos de Bloomberg, mientras que el coste del endeudamiento de las corporaciones del Viejo Continente ha subido a 150 puntos básicos, desde los 121 puntos básicos de principios de año o los 51 puntos básicos del pasado julio de diferencia sobre los bonos del Gobierno, según los índices de Merrill Lynch.Estas condiciones hacen más daño cuanto más endeudadas estén las compañías y en un sector como el de telecomunicaciones ha sido un ataque en la línea de flotación. Las operadoras han hecho grandes esfuerzos por reducir sus abultados pasivos, pero todavía muchas de ellas muestran los excesos de la burbuja tecnológica.Por ahora, sin embargo, la mayoría del sector ha conseguido mantenerse alejado del mercado de bonos, igual que ha hecho Telefónica. Sólo dos compañías se han visto obligadas a buscar fondos en la tormenta. Una de ellas es la griega OTE, que pagó un diferencial de 115 puntos básicos. La segunda es Deutsche Telekom, que ha buscado el mercado de yenes para encontrar una mejor acogida y aun así ha tenido que desembolsar una prima de 130 puntos básicos.Pese a estos signos, el mercado de deuda no está del todo cerrado. Telefónica, por ejemplo, mantiene vivo su programa de pagarés, con el que mueve unos 2.000 millones al mes y sirve para la refinanciación a plazos muy cortos.
La cifra
2.700 millones de euros es la deuda que le toca pagar a Telefónica este año. Para 2009 serán 4.300 millones y 5.200 millones en 2010. En 2011 sube la factura