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La banca española ensaya ofertas que cumplan con el islam

Bancorreos negocia con la Junta Islámica lanzar una cuenta diseñada conforme a preceptos religiosos

La banca espanola ensaya ofertas que cumplan con el islam
La banca espanola ensaya ofertas que cumplan con el islamPABLO MONGE

Tuve una hipoteca, pero la dejé'. Silvia Cerrada, española convertida al islam, se explica: 'Me sentía ahogada'. Tras dos años de crédito, 'el banco se había comido mi dinero en intereses', describe. 'Lo que, además, es contrario a la sharía, la ley islámica'. Secretaria de la Asociación para la Promoción de los Derechos de los Musulmanes, esta madrileña que hace nueve años abrazó la fe de Mahoma es uno más del millón y medio de musulmanes -entre inmigrantes y españoles- que residen en España. Las entidades bancarias empiezan a percatarse de un mercado de clientes potenciales que, por precepto religioso, se mantiene al margen de sus productos. La economía islámica prohíbe la usura (riba). Lo que significa que no se pueden dar ni recibir intereses. Igual sucede con las comisiones, los créditos y las hipotecas al uso.

Clientes desatendidos, y desaprovechados. Deutsche Bank, a través de Bancorreos, aspira a convertirse en la primera entidad bancaria en proporcionar un servicio específico para musulmanes en España. Un suculento negocio, cuyo público objetivo crece sin parar y que comenzará a operar en unos tres meses, según confirma la entidad. Bancorreos y el Instituto Halal -certificador de los productos aceptados por el Corán- han llegado a un acuerdo para sacar al mercado una cuenta postal gravada con un interés de entre el 2 y el 3%. 'El máximo permitido por el islam', avanza Germán Domínguez, director de oficinas de Bancorreos, en un tono de prudencia contenida por lo sensible de las negociaciones y su reticencia a anunciar una fecha de lanzamiento oficial. 'Aún quedan flecos por cerrar', justifica. No obstante, se aventura a definir el producto como 'una tímida respuesta a las demandas de los inmigrantes'. El 11% del mercado de Bancorreos, que hizo circular 17 millones de euros en remesas el pasado año, concierne a extranjeros con residencia en España.

Y es que, hoy por hoy, 'a lo máximo que llegan los fieles es a una cartilla en una caja de ahorros', se lamenta Isabel Romero, directora del Instituto Halal, no sin observar las dificultades para diseñar servicios adecuados a la ortodoxia coránica. Aunque en su opinión lo ideal sería disponer de una entidad íntegramente islámica -como el Islamic Bank of Britain de Reino Unido o el European Islamic Investment Bank, ambos con sede en Londres-, Romero confía en que este ensayo catapultará el interés de la banca por productos más arriesgados como las hipotecas. En el islam, el banco cobra una cuota fija mensual al cliente hasta completar el precio de compra de la vivienda, que no varía con el paso del tiempo.

'Es difícil diseñar un servicio completamente halal', retoma Silvia Cerrada. 'Cuanto más, si la entidad es haram' o no islámica. ¿Un todo o nada? Un a medias', aclara para matizar que vislumbra un próspero porvenir a este tipo de ofertas, que observa adecuadas para musulmanes y no musulmanes: 'En España, conforme está la vivienda, causarían furor'.

Para Riay Tatari, el horizonte se presenta menos prometedor. A juicio del presidente de la Unión de Comunidades Islámicas, el reducido ahorro de los inmigrantes no motiva un producto esencialmente halal. Y especifica que la cuenta Bancorreos no lo es.

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