Contsa convirtió en accionistas a los clientes para evitar la crisis
El presidente de Contsa intentó encarar en 2007 la crisis que se avecinaba convirtiendo a sus 1.200 inversores en accionistas, lo que permite transformar deudas en fondos propios. Mientras convencía a los ahorradores, eliminó los derechos políticos de las nuevas acciones. Ahora, un 40% de sus clientes son socios sin voz que han cedido a Contsa créditos participativos.
El año 2007 fue un ejercicio muy activo para Contsa en el Registro Mercantil: amplió capital, amplió también su objeto social con nuevos negocios inmobiliarios y reformó completamente sus estatutos para eliminar los derechos políticos de los nuevos accionistas y añadir más poder a los administradores.
Los movimientos de la empresa denotan que el presidente, José Salas, intentaba reforzar el capital de la empresa frente a la crisis que ya apuntaba el ladrillo y que ha terminado provocando la suspensión de pagos de la empresa al no poder pagar los intereses del 20% que prometía. Según los últimos datos del registro, hasta finales de 2006 el único accionista de la compañía era José Salas, mientras que los inversores se relacionaban con la firma haciendo imposiciones a cambio de altos intereses. Pero en marzo de 2007 Contsa preparó una nueva ampliación de capital de tres millones de euros y comenzó a llamar a sus clientes para que cambiaran su condición por la de accionistas, según confiesan algunos de los afectados. Sus aportaciones se convirtieron entonces en créditos participativos, que pueden considerarse fondos propios. La empresa no respondió ayer a las llamadas de este periódico.
Lo que nadie les explicó a los inversores es que esta transformación, a la que acuden muchas empresas en crisis, limita la posibilidad de reclamación ante una suspensión de pagos, e implica al protagonista en la crisis de la empresa. Fuentes cercanas al caso apuntan que muchos inversores que habían aportado dinero negro apoyaban esta solución hasta que el sector inmobiliario recuperara liquidez, pero la suspensión de pagos se precipitó tras las exigencias de cobro de un grupo de ahorradores y la denuncia por estafa de uno de ellos.
Asimismo, el 20 de marzo de 2007 la empresa modificó sus estatutos para poder quitar derechos políticos a las acciones. En julio eliminó el derecho de voto de 800.000 acciones.
La firma dobló su capital social en un año
Contsa llegó a doblar capital social en sólo un año, pasando de cuatro millones de euros en febrero de 2006 a ocho millones justo un año después, a lo que hay que sumar un compromiso de desembolso de otros dos millones más. Según sus últimas cuentas publicadas, la compañía facturó 6 millones de euros en 2006 y ganó 1,2 millones de beneficios, aunque no se registra reparto de beneficios. Las deuda se cifran en este ejercicio en unos 24 millones de euros, 22 de ellos en la categoría de largo plazo, mientras que los activos suman unos 35 millones de euros. Según Jesús Salas, en estos momentos hay una diferencia de 30 millones entre una y otra partida al computar la empresa unos activos de 80 millones y un pasivo de unos 50. El grupo aglutina a un total de 13 empresas y otras dos compañías asociadas.