Los autónomos tendrán más ayudas en el IRPF
Los 3.390.000 autónomos que hay en España no se quedarán descolgados del beneficio fiscal que reportará al resto de los contribuyentes la deducción de 400 euros en el IRPF prometida por el PSOE. José Luis Rodríguez Zapatero anunció ayer en un foro con empresarios que si gana las elecciones de marzo, el Gobierno permitirá que este colectivo tenga 'un trato equitativo' con el resto de los trabajadores.
Era una espina que el Gobierno tenía clavada desde el mismo momento en que su presidente, hace quince días, anunció su intención de establecer una nueva deducción de 400 euros en la cuota del Impuesto sobre la Renta para 13 millones de contribuyentes. ¿Qué pasa con los trabajadores autónomos?, se preguntaban, sobre todo, el PP y CiU, dispuestos a enarbolar esta bandera en campaña electoral teniendo en cuenta el gran volumen de votos en juego. Zapatero pinchó ayer la voracidad de la oposición al anunciar que este colectivo de trabajadores, 3.390.000 a fecha de enero, tendrá un 'trato equitativo' al resto de los contribuyentes. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, estudia cómo conseguirlo ya que una parte de ellos tributa por IRPF como asalariados y otra parte por el sistema de módulos. Será, pues, difícil de gestionar, pero Economía se ha comprometido a encontrar una solución en breve.
Zapatero aseguró que este nuevo beneficio fiscal generará 100.000 puestos de trabajo y dinamizará medio punto del PIB. Las críticas que ha levantado esta medida dentro del propio PSOE han movido al presidente a matizar su discurso fiscal. 'Para mí la fiscalidad tiene un componente instrumental y estructural. Hay que defender los impuestos y no hacer demagogia, pero cuando la economía crece y hay margen para disminuir la presión fiscal, se hace, hay que huir de los fundamentalismos...', aseguró ayer.
El presidente aprovechó un encuentro organizado por la consultora KPMG y Europa Press para hacer estas reflexiones, sumadas al anuncio de una nueva inyección, por importe de 4.700 millones, en el Fondo de Reserva de la Seguridad Social. Se aprobará este viernes y ayudará a conseguir otro compromiso electoral: que dicho Fondo finalice 2008 con 60.000 millones de euros, cerca del 5% del PIB.
En un foro empresarial como el de ayer era natural que Zapatero se esforzara por intentar despejar también algunas de las incertidumbres adosadas a la actual crisis económica y desactivar, en parte, los mensajes inquietantes del PP. En opinión del presidente, asistimos a un deterioro 'coyuntural' de algunos indicadores, como el del empleo, derivados de la desaceleración del sector de la construcción. No obstante, el Gobierno mantiene su previsión de crecimiento del 3% para el año que viene, 'décima arriba o abajo' y confía en que los puestos de trabajo que se destruyan en el inmobiliario sean absorbidos por otros sectores. El hecho de que parte de esta pérdida de empleo afecte a la inmigración no supone para Zapatero motivo de especial preocupación.
'Hay que tener confianza y serenidad', aconsejó el presidente. 'Poco a poco se moderará la volatilidad de los mercados y volverá la calma a los inversores'. Este mensaje de esperanza tiene, a juicio de Zapatero, fundamentos de peso que descansan, añadió, 'en la gran solidez de nuestro sistema bancario'. Además, un vaticinio a pocas semanas de las elecciones que también sale al paso de quienes ven después del 9-M un trasvase rápido a la cruda realidad: 'La desaceleración tendrá un alcance limitado que se concentrará en estos meses'.
Tipos de interés a la baja
El presidente del Gobierno acentuó su respeto a la independencia del Banco Central Europeo (BCE), pero se permitió hacer algunos comentarios relacionados con la decisión sobre los tipos de interés que podría adoptar hoy mismo o en los próximos meses.En un momento en el que la discusión interna dentro del BCE está polarizada entre quienes defienden la conveniencia de mantener los tipos como están o subirlos, Zapatero se aproximó ayer más a lo que es la lógica demanda de los mercados y pronosticó que el BCE reducirá los tipos de interés en un horizonte de seis meses, primero en un cuarto de punto y, con posterioridad, en otra proporción similar, con el objetivo de reactivar la economía europea.Para curarse en salud, insistió en que hay que preservar la autonomía de este 'sanctasanctórum', como definió al BCE.
Crecerá la licitación de obra pública
La preocupación por el frenazo de la actividad en el sector inmobiliario ha llevado al presidente del Gobierno a movilizar a todos los ministerios del gasto, sobre todo a los departamentos de Fomento y Medio Ambiente, para que aceleren la licitación de obra pública y contribuyan a frenar, de esta forma, la destrucción de empleo en el sector. Así lo confirmó ayer Zapatero, quien se mostró convencido de que los puestos de trabajo que se pierdan en el inmobiliario podrán ser absorbidos por otros sectores, con la ayuda del Gobierno y de los interlocutores sociales.El presidente recordó que en los últimos nueve años las empresas inmobiliarias han crecido hasta un 200% en España. 'Ahora se produce un proceso de ajuste lógico, pero hay capacidad para incorporar a los trabajadores en paro a otros sectores y también hay que recordar que la protección por desempleo llega al 80%', abundó el presidente.Aunque el último dato del paro 'es malo', reconoció Zapatero, la mala racha será 'coyuntural'. Recordó que el PSOE concurre a las elecciones de marzo con una creación de empleo que se aproxima a los tres millones y con una tasa próxima al 66%, objetivo que se había fijado el Gobierno para el año 2010 en el Programa Nacional de Reformas. 'A pesar del último repunte', enfatizó, 'la tasa de paro se sitúa en el nivel más bajo de nuestra historia democrática, tres puntos menos que en el año 2004'.