El supervisor descarta suavizar los requisitos de capital a la banca
No es concluyente, pero tras dos años de negociaciones las entidades financieras descartan ya que el Banco de España flexibilice las nuevas exigencias de capital de Basilea II, que entran en vigor este año. La norma perjudica sobre todo a las cajas al tener mayor cartera industrial.
Los bancos, y sobre todo las cajas de ahorros, ya se han hecho a la idea de que no habrá prórroga en la aplicación de las nuevas exigencias de capital que impondrá Basilea II a las entidades financieras con grupos industriales. Han pasado casi dos años desde que las cajas pidieron al Banco de España ampliar los plazos para que la nueva normativa internacional, que afecta directamente a los requisitos de capital, no les obligara a vender sus participaciones industriales rápidamente. Y, aunque inicialmente el supervisor era proclive a una moratoria, explican fuentes de estas entidades financieras, la realidad es que a falta de poco más de un mes para aprobarse la circular del Banco de España sobre Basilea II, éste ha optado por no flexibilizar este punto.
Las entidades financieras, no obstante, insisten en su petición. Aseguran que 2008 será un año difícil e incierto, razón por la que sería conveniente que se flexibilizase el calendario de aplicación de Basilea II. El Banco de España, mientras, considera lo contrario. No se puede descuidar el control de riesgos y la solvencia de una entidad española, y menos en estos momentos de crisis financiera internacional derivada de las hipotecas subprime de Estados Unidos. Estas turbulencias, además, han desembocado en un estrangulamiento de las líneas de financiación de las entidades financieras.
El supervisor asegura, no obstante, que su decisión no está vinculada a la actual coyuntura, sino a la prudencia. Conlleva mayor riesgo estar en el capital de una empresa que concederle un crédito argumenta a la banca. Una de las características de Basilea II es que penaliza ciertos tipos de actividades bancarias frente a otras en función de los riesgos que entrañen. Más riesgo, más elevada será la exigencia de capital.
Prácticamente todas las entidades financieras ya han realizado varios cálculos aplicando ciertas directrices de Basilea II. En estos ensayos ya han comprobado que el impacto será tan importante en el cálculo de sus recursos propios, que les compensa más vender una parte de su cartera industrial que mantenerla. Y eso ésta ocurriendo. Varias cajas, y algún que otro banco, están desprendiéndose de participaciones empresariales al comprobar la penalización que les supone seguir con ellas en sus balances. Entidades como Santander, BBVA o La Caixa, entre otras, ya han explicado en ejercicios anteriores que habían reestructurado su cartera empresarial y optado por vender una parte importante de ella ante el efecto negativo que tenía ésta en sus requerimientos capital.
La circular del supervisor, para finales de marzo
Las cajas son las más perjudicadas en no obtener una ampliación en los plazos de aplicación de Basilea II. La cartera empresarial de estas entidades asciende a casi 51.000 millones de euros, de los que casi 28.000 millones corresponden a participaciones inferiores al 20% de su capital, y 23.000 millones a empresas en las que las cajas controlan más. A ello se suma unas plusvalías superiores a los 21.000 millones.El real decreto que desarrollará Basilea II estará listo antes de las elecciones, y la circular del Banco de España a finales de marzo. Aunque la banca presentará sus cuentas del primer semestre adaptadas ya a esta norma.